Wicked Game ➟ |Maylor|

Carta n°2

Capítulo número dos.

Había pasado exactamente una semana desde que escribió la carta, y había esperado pacientemente fuera de la escuela al salir del castigo para ver si quiera si el profesor May dejaba una diminuta nota, pero no. Y con el correr de los días, el humor del hombre volvía a ser el mismo, por lo que ese viernes al verlo en la tarde, solo bufó ante su presencia y lo mandó a sentarse lejos de David (Que esta vez había atado los trajes de las porristas en el mástil donde estaba la bandera)

Y Roger aún no entendía como él era el único que tenía dos meses y medio de castigo (sin mencionar la amenaza de expulsión)

─¿Es como una costumbre verte aquí todos los viernes?

─Sí no estuviera Bowie o yo, su vida sería más aburrida, profesor ─Roger le guiñó un ojo y el anaranjado desde la otra punta sonrió. Maldito desgraciado.

─Como digas, Taylor.

(...)

Ese día no esperó fuera de la escuela, se fue directamente a su casa para escribir una nueva nota. Tenía un par de anotaciones que había hecho en la semana con diminutos detalles sobre el hombre que le ayudarían a escribir de nuevo.

Y aquí vamos de nuevo.

Querido profesor May:

Su sonrisa es el espécimen más raro que yo jamás haya visto en mi vida. La forma en la que sus hoyuelos marcan su sonrisa me parece insoportablemente irresistible. Desearía tocar su cabello y mirar sus ojos mientras toma mi virginidad.
Siga sonriendo más profesor May. Usted en verdad es muy guapo como para no hacerlo.

PD: Esperé su respuesta toda la semana, si lo hace tal vez reciba un premio.

Que este sea nuestro secreto, lo amo profesor May.

Suspiró al terminar de escribir la carta, era difícil pensar como una niña virgen. Tal vez debería pedirle a su hermana que la escriba.

Aunque, "¿Si lo hace tal vez reciba un premio?" Sonaba llamativo pero, ¿Por qué había escrito eso? Él no tenía nada que al profesor May le interesara y ni si quiera sabía algo que pudiera gustarle. Él solo estaba bromeando.

Y no esperaba nada a cambio, mucho menos que él responda. Solo quería que deje se ser tan hijo de puta y que se entretenga con alguna otra cosa. ¿Tal vez una muñeca inflable?

Como sea, de todas formas, enviaría la carta y le preguntaría a los expertos en amor qué podría hacer.

(...)

─¿Por qué pusiste eso? ─Preguntó Freddie con fastidio al oír a su amigo con risas contar lo que escribió ─Eres el menos virgen de la escuela, en más, si fueras una chica, serías una completa zorra despiadada arrancacorazones.

─Gracias, que sutil.

─¿Pensaste en qué vas a enviarle si responde? ─Preguntó Elton oyendo atentamente todas las tonterías que decían.

─¿Una muñeca inflable tal vez?─Habló el anaranjado soltando el humo. El rubio chasqueo los dedos y lo señaló

─Yo había tenido la misma idea

─Sí bueno, lástima que es estúpida. ─Volvió a hablar Bowie ─Tal vez si le pones una foto tuya en la cara de la muñeca.

─O tal vez... podrías recortar una revista Playboy o algo así y decir que eres tú. ─Elton pensó, haciendo a los otros dos considerarlo. A Freddie se le ocurrió una idea. Definitivamente no queria ser parte de esa broma estúpida, pero debía admitir que eso quería verlo antes de morir.