Ser o No Ser (Austin Mahone-Justin Bieber)

Capitulo Uno: Nuevo Sirviente, Jeremy Y Una Confesión.

Narrador:

Austin: Un chico pobre y huérfano, vive en un convento de monjas. Las monjas encontraron a la madre de Austin a punto de dar a luz y al parecer muy enferma, murió luego de nacer él. Él en estos momentos sueña con poder conocer a su padre y escupirle en la cara, por dejar a su madre sola sabiendo que ella estaba enferma. También sueña con ser como Justin Bieber un chico famoso y “feliz”, o por lo menos tener algo de dinero para contratar detectives que puedan encontrar a su padre.

Justin: Un chico famoso e infeliz, esta de novio con una chica llamada Clara; linda y con cuerpo de modelo, como a cualquier chico le gustaría. Es infeliz porque sus padres están separados, su madre solo se fija en que la fama de su hijo no baje y en tener el dinero suficiente para comprarse cosas lujosas. Justin quiere encontrar a su verdadero amor, lo que él no sabe es que ese amor va a llegar solito a golpearle la puerta y que será hombre.

 Austin P.O.V:

- ¿Qué sucede madre Teresa?- Pregunte tratando de ocultar mi sueño, ya que eran las 4 am, a estas horas se duerme no se habla.

-  Austin, te eh conseguido un trabajo como sirviente, no es mucho, pero es un trabajo honrado.- Dijo la madre Teresa con pena-Pero, adivina en la casa de quien trabajaras.- Dijo ella, ¿La casa de quien puede ser? De alguien importante.. Nahh, debe de ser una escuela o algo así.

- No se madre, ¿De quién? Dígame por favor- Dije yo, al darme cuenta de que no se a quien se refiere.

- ¡De Justin Bieber!- Dijo la madre en un leve grito, ya que era muy temprano y todos estaban durmiendo en el convento.

Me levante rápidamente, ¿Acaba de decir Justin Bieber?, siempre soñé con conocerlo, es mi gran sueño, aunque no en estas circunstancias me hubiera gustado conocerle, seguramente me tratara como fuchi.

-     ¿En serio Madre?, ¿Cuándo comenzare a trabajar allí?- Pregunte con una sonrisa de oreja a oreja.

-     Ahora mismo Austin, ¡Levántate! – Dijo la madre Teresa corriéndose de la cama para que yo pudiera levantarme

-     Ya me levanto madre- Dije yo sin chistar, es la casa de mi ídolo, por fin lo conoceré.

Me levante y me puse una remera blanca como las que acostumbra usar Justin, el pantalón más nuevo que tenía, y lo más parecido a unas supras, que eran unas zapatillas medias botas, rotas en la parte del tobillo. Como verán en el convento no hay demasiado dinero, apenas nos alcanza para comer.

La madre Teresa me acompaño a la casa de mi ídolo, era una mansión gigantesca, tocamos el timbre y la reja gigante que había en la entrada se abrió, caminamos por unos hermosos jardines con flores bien cuidadas, una fuente, como esas en las que se tiran las monedas para pedir deseos, bueno, había una así antes de llegar a la entrada, habían varios caminos entre los jardines y en los laterales de los caminos habían mesas con sillas. En el patio trasero de la casa había una pileta muy grande y alrededor de ella había repacerás con sombrillas y mesas a los costados. Realmente era hermosa. No me imagino como será dentro.

Al llegar a la puerta de la casa dos guardias nos revisaron, para ver si teníamos armas o algo así. Luego nos hicieron entrar, y ahí estaba él, de espaldas, pero ahí estada el amor de mi vida... Trabajare como sirviente en la casa de mi ídolo, eso significa verlo todos los días. Mi sueño ya se realizó lo tengo ahí enfrente de mí, a unos escasos metros mio.

Entramos por esa puerta, notaron nuestra presencia e hicieron voltear a Justin, el solo me miro de arriba abajo y se formó una sonrisa en su cara, ¿Sera de burla? O ¿Por qué soy lindo?

-     ¡Madre Teresa…! Es un gusto tenerla aquí, ¿Él es el muchacho que trabajara aquí? – Pregunto la que supongo que es Pattie.

-     Si, él es Austin Mahone- Dijo la Madre Teresa presentándome.