Refugio

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Joshua lo conoció una fría mañana en el cafe que siempre frecuentaba, y no fue de la manera más casual y normal. Prácticamente el Omega le cayó encima, logrando que derramara su café, así que después de mil disculpas de su parte y varias palabras más, logrando que el Omega se calmara porque casi parecía que iba a tener un ataque de pánico, lograron presentarse y entablar una conversación más amena y normal.

Recuerda perfectamente como se veía aquel día, con su perfecta narizita de color rojo, resaltando la blancura de su piel, sus labios cereza, rojos de tanto morderlos por el nerviosismo, el cómo batía sus delineadas y hermosas pestañas, su cabello castaño revuelto y la bufanda desarreglada. Recuerda como se sintió derretirse cuando escuchó su voz, era tan suave, como terciopelo; casi juraría que podía tocarla, casi juraría que sentía el latir de su corazón detenerse al tiempo que un sentimiento desconocido pero extremadamente agradable le llenó.
Recuerda como intentó actuar con normalidad aunque por dentro quería simplemente detener el mundo y enterrarse en su cuello y aspirar su aroma como una droga, perderse en él.

Su lobo se había vuelto loco, y recuerda haber detenido un gruñido en el medio de la garganta que amenazaba con salir, pero él no quería actuar raro con un Omega que apenas conocía pero que le enloquecia enormemente, así que a partir de ahí se esforzó en actuar como una persona medianamente normal. El tiempo había pasado volando y de repente ya había pasado más de 3 horas hablando con Tyler, cuyo nombre y aroma no pudo sacarse de la cabeza por el resto del día: el dulce y suave aroma que sedaba sus sentidos, el aroma a vainilla con flores y un toque de miel.
Solo pudo resumirlo en una sola palabra: delicioso.

Desde entonces, y gracias a que intercambiaron números, su vida se resumió a querer estar con Tyler todo el tiempo. Se mandaban mensajes prácticamente día y noche a toda hora, hablando de cosas triviales y cada tema que se les ocurria simplemente para mantenerse así, hablando uno con el otro. En esos momentos ignoraban el hecho de las típicas mariposas en el estómago que tenían, sintiendo una emoción insana al poder pasar tiempo con el otro o al menos solo hablarse, incluso el simple hecho de saber sobre el otro ya era motivo de felicidad.

Poco a poco la relación fue avanzando y pasando de amistad a un interés romántico, uno que siempre hubo pero ninguno sabía y admitía con el contrario.

Joshua comenzó a cortejarlo, intentando hacer todo perfecto, buscando algo que realmente le encantara al Omega, y siendo sinceros, a Tyler le encantaba todo lo que Josh intentara darle, es más, con solo su presencia era plenamente feliz.
Pronto fueron del cortejo a una relación oficial, aunque las citas no dejaron de faltar y Tyler no podía pedir más, se sentía pleno y amado a su lado y era todo lo que necesitaba. No importaba si la cita terminaba siendo un "desastre", como la vez que Josh rentó un pequeño jardín para una cena romántica y al final terminaron peleando llenandose de lodo y mojandose con una manguera que hallaron por ahí, y aunque su camisa favorita se arruinó pudo compensarlo robándole ropa al Alfa, después de un mes se volvió un hábito y algo peculiarmente normal.

Tyler siempre robaba la ropa de Josh porque tenía su aroma impregnado en la tela, el olor a café tostado con eucalipto que tanto amaba. Así que poco a poco se fue adueñando de la ropa del otro, pero el Alfa estaba lejos de molestarse por aquellos robos, es más, a veces él mismo le daba la ropa o las sábanas que tenían su olor, porque sabía que su Omega amaba el aroma, tanto como Josh amaba el suyo.
Los meses siguieron pasando y Josh seguía amando la idea de Tyler paseándose con su ropa impregnada de su aroma, donde ambos aromas se combinaban y creaban uno, a su parecer, perfecto; es como si hubieran sido creados el uno para el otro.

Un año de relación se cumplió y pronto decidieron comprar un departamento juntos y mudarse, fue ahí donde siguieron viviendo su perfecta historia de amor, donde llegaron al punto de conocer todo del otro a la perfección: cada gesto, cada cambio de aroma, cada virtud, mañas y defectos que solo les parecían perfectos, cada reacción, cada rincón de sus cuerpos.

I licked it, so it's mine!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora