MI TODO Y NADA.

Algo raro se aproxima.🤐

UN MES DESPUÉS...

Luego de una serie de reflexiones en mi vida, en lo que quería y en lo que podría llegar a pasar de ser el nuevo Omar que me propondría, se llegaba el día en que tendría que pasar a tercer semestre, un nuevo capítulo en la vida de este niño tan raro que soy yo... << Lo único que rogaba a Dios es que me tocara con alguien que conociera para no sentirme tan solo, aunque sabía que si me tocaba con alguien ya conocido no podría completar mi nuevo ciclo de vida, así que tenía una mini doble moral, no sabía exactamente lo que quería en ese momento, no esperaba nada, ya no quería a nadie, solamente deseaba estar solo, no sobresalir este año, no tener problemas igual que siempre, ser "raro" como decía la sociedad y que si llegaban personas nuevas en mi vida, que era lo más seguro, no me lastimaran mucho o nada, mejor dicho, no se solo... comencemos con este maldito día por favor, no esperemos nada >>... así que por los nervios desperté más temprano de lo habitual, no sabía exactamente que es lo que pasaría ese día...<< bueno más o menos; me sentare, tal vez alguien intente hablarme y sacarme platica, conoceré al profesor y nos pondrá alguna actividad de integración, eso tendría que ser todo, por el día de hoy en las tres clases que tendré o no?>>... ni me interesaba; desayune, me di un buen baño y ayude un poco con los quehaceres del hogar, en todo momento no deje de voltear a ver el reloj, pues quería asegurarme de no llegar tarde en mi primer día y ya casi cuando era la hora tan esperada me propuse ir a ponerme un buen oufit, cheque todo lo que tenía a mi ropero y decidí escoger la camisa que apenas me había obsequiado mi madre, era una camisa gris; según la leyenda era de ella y la había comprado en la sección de hombres, así que obviamente tenía que verse bien en mí, por ser de mi género claro; un pantalón negro y mis tenis favoritos color negro, me peine y cepille los dientes, estaba todo listo para el primer día, tome mi mochila con un solo cuaderno, un par de plumas y un lápiz y me predispuse a irme. Como cada primer día de clases toda mi familia me acompañaba a la escuela ( aunque en esta ocasión fue a la esquina para tomar la combi), así que al llegar ahí, todos se despidieron de mi y como siempre la frase célebre de mi padre diciendo "A lo que vas chavo", haciendo alusión a que me dedicara a lo que iba a la escuela ósea a estudiar y no andar en el desmadre.

Durante el viaje, como lo había hecho durante el último año no fui haciendo nada, solamente cuidando de mí, porque deben de saberlo, aquí en México al menos, deben de cuidarse hasta de su propia sombra. Así que llegue al metro, espere unos minutos, subí en él vagón, baje en la estación habitual de siempre, transborde y subí al siguiente vagón que me llevaría a la estación correspondiente a mi escuela. Como siempre me fui por el lado de la central de autobuses "ya que es mas segura y transitada", camine lo poco de camino a la escuela, entre y al ver que había llegado un poco temprano, decidí ubicar bien mi salón de clases para que no me pasara lo mismo del año pasado, me quede un rato a fuera del salón (ya que había jardineras) y casi cuando daba la hora de la clase decidí hacer lo que todo buen alumno hacen el primer día, llegar temprano para tener un asiento desocupado y no andar después preguntando como menso si está ocupado el lugar, que te de pena o ver más o menos con quien sentarte para después poder hacerle platica. La gran sorpresa de mi vida es que ya casi todo el salón estaba lleno, << Parece que nuestro magnifico plan no funciono del todo que digamos>>, así que sin más remedio alguno, decidí sentarme a donde una chica y un chico platicaban, sabía que me ignorarían, mejor para mi pensé, además, estaban ubicados exactamente en medio del salón y es un buen lugar, ni hasta el frente con el profesor ni hasta atrás con los desmadrosos.

Para mi hermosa suerte en cuanto me senté los dos chicos voltearon a verme simultáneamente,- Hola- dije y ellos dos soltaron un gran – Hola!- al unisonó, me acomode en mi asiento y empecé a voltear a todos lados para saber con quién compartiría el siguiente semestre, y me di cuenta de que no me toco con nadie que yo conociera, di un gran suspiro y agradecí por no haber conocido a nadie. De pronto los dos chicos volteaban a verme y se reían un poco de mí, pero no de manera mala onda, me incomodaba un poco, creó que era evidente que se conocían del año anterior, pero de que demonios se reían... <<Vayámonos por favor!!!!, mira, de aquel lado hay un bonito lugar, hay puros chicos, no entraras en ese grupito así que es una buena opción>>... no quise hacerle caso a mi instinto así que preferí quedarme ahí pero...