Hola, soy la chica del autobús

Capítulo I y II

Capítulo I

El encuentro

Un miércoles a la noche Aldham salió de dar una clase particular de francés. Como de costumbre, tomaría el autobús 632 para ir a su casa. Estaba en la parada junto con otras personas cuando el autobús llegó. Aldham estaba primero en la fila, pero dejó subir a las mujeres porque una dama siempre debe recibir un buen trato de parte de un verdadero caballero y él de naturaleza era así, se guiaba por los códigos del protocolo.

Esa noche las estrellas brillaban como las luces de la ciudad. La gente salía de todas partes y caminaba en distintas direcciones, cruzaban las calles buscando algún transporte, algunos venían de trabajar. Había personas muy bien vestidas, quién sabe adónde irían, quizás a una fiesta, a una discoteca, a un bar, a un restaurante ó a una cita amorosa especial. Había parejas abrazándose en rincones, en el parque, en un balcón, por la ventana, en una terraza y en una parada de autobús. Aldham sintió que el amor vibraba en esa ciudad, la gente se veía feliz.

"La vida hay que vivirla como se debe", pensó Aldham, "evitando las preocupaciones. Si pensamos en lo que la gente podría decir de nosotros tal vez no intentaríamos hacer algo que quisiéramos y nuestros sueños podrían echarse a perder., Él sigue su camino siempre. Podemos equivocarnos porque no somos perfectos, aprendemos de nuestros errores y la vida sigue, no importa si estamos o no, somos todos pasajeros en este planeta ". Aldham siguió pensando y observando todo lo que pasaba a su alrededor mientras el autobús seguía su camino.

Llegaron a una parada, Subió y bajó gente. Fue en ese momento que vio a una chica alta, de 1,70 m aproximadamente, con un muy buen físico. Aldham dijo: "¡Guau, qué cuerpazo!" Ella vestía ropa deportiva y se la veía muy bien, sus brazos, sus curvas, sus piernas. Para él, todo en ella, desde la cabeza hasta los pies, se veía como una mujer con un cuerpo sin defectos. Aldham se dijo, "tengo que conocerla", pero no sabía cómo presentarse. Para su suerte, ella se acercó caminando por el pasillo del autobús buscando dónde sentarse, acompañada de una sonrisa hermosa. Los ojos de Aldham tuvieron la oportunidad de cruzarse con sus ojos encantadores, ya que Aldham estaba en la parte trasera del autobús mientras ella desfilaba como si fuera una modelo profesional. Muchos pasajeros solo la miraban pero él la consideraba increíble.número uno en aquella noche. Cerró sus ojos unos pocos segundos, no sabía si lo estaba imaginando pero era real, estaba sentada junto a él. Volteó rápido la cabeza para verla y le sonrió. Su pierna izquierda, pegada a la pierna derecha de ella, le provocaba una sensación inimaginable, dos imanes que se atraían. No sabía si ella sentiría lo mismo que él, si había algo que la atraía hacia él, pero Aldham sintió una química entre ellos dos.

Su sonrisa captaba su atención, sus labios le daban ganas de besarla pero no podía, podría ir a la cárcel por acoso sexual. De alguna forma, ella lo dominaba, ya no se sintió fuerte ante una criatura así.

No podía esperar más perdiéndose en sus pensamientos en el fondo del autobús, tenía que pasar a la acción pronto. Buscaba un pretexto para hacerla hablar y lo que vino a su mente fue preguntarle:

Aldham: Disculpa, ¿Eres atleta?

Ella: No exactamente. Hago ejercicio. Ahora estoy yendo al gym.

Aldham : Qué bueno, me da mucho gusto, es bueno hacer ejercicio. Yo, por mi parte, hace mucho que no hago. Como trabajo y llego a casa cansado ... bueno, son puras excusas. La flojera me ha ganado pero pienso ejercitar para estar en forma.

Ella solo se quedaba escuchándolo con atención y eso le daba más libertad para poder expresarse.

Aldham: Yo soy profesor de francés. Salido de dar clases cerca de aquí. Soy poliglota, hablo cuatro idiomas y me gustaría hablar tres más: turco, italiano y coreano. ¿Cuántos idiomas hablas tú?