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🌸⁷: Cambio de Roles.

Sinopsis: Usualmente era Tony el que se sacrificaba, el que lo salvaba.

Pero ahora Peter debía hacerlo por él.

Advertencias: Sabemos el obvio sentido sexual del prompt, pero hemos decidido cambiar un poquito éste y darle un final al primer one-shot de este evento.

.perseverancia.

Despertó y estaba oscuro.

Su garganta quemaba, como si se hubiera bebido cloro, y la piel le picaba.

Recuerdos rebotaban en su interior como una pelota de básquet, el rostro de miles de personas que se tardaba minutos en identificar.

Se sentía extraño, desplazado, como si en realidad no estuviera ahí del todo.

Y quizás era así.

Cuando la oscuridad dió paso a una grisácea bruma, escuchó las palabras que lo habían atormentado durante ese tiempo.

"Ganamos, señor Stark, lo logró."

¿Quién se las decía? ¿Quién, con tanto ahínco en la voz, no quería desprenderse de él?

Movió los dedos y se sintió extraño, casi ajeno a lo que había vivido. Rozó con sus yemas la superficie donde estaba acostado que era de frío metal.

Y de pronto una luz se dejó ver.

Un par de brillantes rizos marrones descansaban encima del vidrio de la cápsula.

Levantó la mano, que le temblaba, y acarició la silueta de éstos, tan finos, tan delicados, tan preciosos.

Sentía la conexión en su cuerpo, pero no sabía quién era él.

Aparentemente se había quedado dormido encima de la cápsula, podía ver que vestía una bata blanca como su rostro, estaba pálido y lucía deshidratado, pero por alguna razón su corazón se aceleró.

No lo entendía, había pasado tanto tiempo encerrado oyendo, creando historias en su cabeza con gente que no recordaba o reconocía, como una película constante.

A veces oía una voz, que supuso era su voz, juvenil, aguda, sensual.

Pero no la recordaba así, no era así, entonces... ¿Cuánto tiempo había pasado?

Incluso a veces podía ver sombras moviéndose encima de él, conversaciones y alguna que otra risa, voces que no eran la suya.

Notó que se removía entre sueños y no movió un sólo músculo, aún con la mano extendida, y vió como fruncía la nariz.

En ese instante sintió un golpe, como si lo azotara un rayo, y los recuerdos volaron sin tiempo de poder analizarlos, ni conservarlos.

Vió como el chico despertaba, sus ojos chocolate eran aquellos con los que había soñado tanto tiempo, tan inalcanzables en sus fantasías y aún así, ahí se encontraban.

Lanzó un grito, escuchaba afuera una sirena, como de alerta, junto con la voz computarizada que se le hacía tan familiar.