Parte 1

4.4K 234 109
                                    


Advertencia: este fanfic contiene yaoi osea contenido homoerotico, no apto para sensibles.

Habían estado una semana entera siguiendo su rastro, se encontraban tan cerca, si tan solo no hubiera llegado esa noche.

Era noche sin luna, por lo cual tuvieron que regresar urgentemente a la aldea antes de que Inuyasha perdiera sus poderes. Se preparaban para partir pero antes a Inuyasha le entraron ganas de mear. Se separó del grupo dispuesto a hacer sus necesidades pero entonces oyó un extraño sonido proveniente de unos arbustos.

Se acercó con cautela y lo vio, era Naraku, pero, no era el mismo de siempre, se veía débil.

Aún faltaban unas horas para el anochecer, podía con él. Con eso en mente Inuyasha desenvaino su espada y se acercó más a Naraku. Cuando logro ver con claridad lo que estaba pasando ya era tarde para dar marcha atrás, levanto la espada en el aire y estaba por dar el golpe, pero Naraku se levantó de improvisto y con una katana detuvo la espada de Inuyasha. Inuyasha trago en seco al darse cuenta de la razón de la debilidad de Naraku.

Naraku mantenía la respiración entrecortada, sus mejillas teñidas de rojo y una fina capa de sudor abrillantando su piel.

— Que sucio atacar por la espalda, Inuyasha — dijo con dificultad Naraku.

Inuyasha no creía lo que sus ojos veían, no solo estaba débil, Naraku estaba caliente. Y no era una suposición, el abultado miembro resaltaba en las ropas de Naraku.

— Qué asco, porque no desapareces del mundo de una vez por todas. —atacó Inuyasha

Naraku evitaba los ataques a duras penas, su estado no le permitía mucho movimiento, estaba cansado y deseaba liberar esa presión en su parte baja. En un movimiento lo suficiente rápido logro despojar a Inuyasha de su espada, este no perdió tiempo claro. Antes de que Inuyasha pudiera recuperarla el sol abandono el horizonte. Con mucha dificultad Naraku logro alejar la espada lo suficiente de Inuyasha quedando ambos indefensos, Naraku con un bochornoso problema e Inuyasha completamente humano.

— Ay genial — Inuyasha miro a Naraku y este comenzó a reír. — ¿se puede saber qué te parece tan gracioso? —Inuyasha miro mal a Naraku y este dejo de reír.

Naraku se dejó caer en el suelo y paro quedo en silencio. Ambos se quedaron mirándose el uno al otro. Ninguno podía hacer nada. Inuyasha después de estar mirando a Naraku un rato decidió tumbarse del mismo modo en el suelo a una distancia prudente.

No paso mucho para que unos jadeos ahogados inundaran la estancia acompañados de unos débiles sollozos. Naraku no se veía nada bien. Inuyasha se levantó de donde estaba y se acercó lento a Naraku quien estaba aún sentado. No parecía tener fuerza suficiente para dañarlo así que decidió acercarse más a él, se sentó frente a él y hablo

— ¿estás bien? — Naraku pego un bote en su lugar y levanto la mirada sobresaltado

— Por supuesto, estoy perfecto, ¿que no ves? —contesto sarcástico. Inuyasha solo rodó los ojos.

— Bueno, supongo que si aún puedes ser odioso no estás tan mal. — Naraku miro mal a Inuyasha y estaba por replicar pero un dolor lo hizo quejarse.

Naraku volvió a bajar la mirada y se mordió el labio.

— Hay, algo, en lo que te pueda ayudar — sugirió Inuyasha, Naraku no miro sin podérselo creer

— ¿Hablas de una tregua?

— Solo por esta noche, no es como si pudiera hacer algo en esta condición y tu menos.

— Y que sugieres tu

Inuyasha sonrió apenado

— Te importa si... — acerco su mano a Naraku invadiendo por completo su espacio personal y con su otra mano acerco a Naraku a sí mismo.

Primero fue un roce de labios, Naraku se sorprendió cuando supo hacia donde se dirigía la situación pero no rechazo las caricias de Inuyasha sobre su ropa. Uno al otro, comenzaron a desvestirse sin perder contacto con sus labios.

Naraku comenzaba a gemir entre beso y beso, mientras Inuyasha centraba toda su atención en el cuerpo contrario, especialmente el tan necesitado pene de Naraku.

Estaban caminando por terrenos sombríos. Naraku se montó sobre Inuyasha quedando sus piernas a los lados de la cadera de Inuyasha permitiendo una mejor vista para ambos. Inuyasha coloco sus manos alrededor de la cintura de Naraku y lo ayudo a levantarse para que su miembro quedara dentro de Naraku.

El error de ambos fue disfrutar esa cercanía, esa sensación, y esa vista. Inuyasha podía ver su propio pene entrar y salir de Naraku, le sabía fascinante. No solo lo que sentía sino lo que oía, los gemidos de Naraku eran altos y fuertes, no los ahogaba como en un principio

Y oírlo gemir su nombre le provocaba el mayor de los orgullos. Se incorporó quedando sentado y con Naraku sobre sus piernas, le planto un salvaje beso y luego le dio vuelta, se hinco y volvió a entrar en él, abrazando su abdomen y masturbándolo a su vez, se recargo sobre Naraku y comenzó a repartir besos y mordidas sobre sus hombros. La sangre espesa y oscura se combinaba con el sudor y corría por la piel de Naraku hasta terminar en su barbilla y goteando al pasto.

En todas las posiciones posibles siguieron haciéndolo hasta el amanecer, con los primeros rayos del sol el cabello de Inuyasha volvía ser plateado, con una última embestida logro llegar al clímax por... había perdido la cuenta de cuantas veces lo había hecho con Naraku.

Salió dentro de él y se tumbó en el pasto, Naraku se dejó caer boca abajo y solo movió su cabeza de lado para ver a Inuyasha.

— No siento mis piernas

— Es comprensible, quizá me pase un poco — bajo sus orejas apenado.

— Supongo que la tregua acabo.

— Es verdad, supongo que debería matarte — miro a Naraku y se encogió de hombros.

Con dificultad Naraku se sentó sobre el pasto y miro relajado a Inuyasha.

— Déjame recuperarme, solo un poco, si tú, siendo humano casi me dejas paralitico bueno... necesito más de ti, no solo como humano— se paró por completo y tomo su ropa — voy a lavarme, ¿vienes?

— Ah, por que no.

Ninguno de los dos estaban conscientes de lo que estaban por causar, ni de como su enemistad daría un giro de 180°

LirioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora