Capítulo 1.

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PLANETA VEGETA.  «







Era normal. Vivir en la zona más afectada, pobre del imperio saiyajin. Los saiyajin somos una raza que tenemos como misión de toda la vida atacar a seres de más bajo rendimiento, estamos regidos por un monarca, el Rey Vegeta. Su familia lleva años en el mando. Es uno de los más poderosos, su primogénito nació hace un tiempo pero salió sumamente débil casi como uno de mi clase baja. Fue enviado lejos de la galaxia por ser una decepción a su raza ahora hace poco nació otro bebé. El príncipe Vegeta IV nació increíblemente alto en su rendimiento como guerrero.

Nos dedicamos a eso, a comerciar planetas, a seres vivos como esclavos. Los de clase alta tienen más derechos y buenas comodidades durante su vida son enviados a solo negociar o si ellos quieren pelear pueden tener una elección, como parte del escuadrón del Rey o unirse al ejercicio para ir con los clase baja.

— Gine.

Desperté. Mi padre alzó su ceja, había regresado de su misión. Soy hija única, mi madre había muerto en una pelea así que simplemente me quedaba mi padre. Vivíamos en lo peor del planeta, una casita de solo tres habitaciones donde yo estaba sola la mayor parte del tiempo, papá nunca estaba más que unas horas o por sus misiones o por que se iba a beber esos líquidos que lo ponen mal junto con sus demás compañeros.

— ¿Has ido a reclutar?

— La verdad es que — Lo miré con duda — No quiero pelear papá. No quiero dedicarme toda mi vida a pelear y matar a seres inocentes y tener mis manos manchadas creo que todos merecemos una oportunidad de vivir y no pienso ir a reclutar al palacio.

— Ya veo. ¿Y de que piensas vivir? ¿Cortando la carne, cargando costales de comida? Eso es para los esclavos. Eres una saiyajin, a tu edad ya todos tienen que ir, eres mayor ahora ya no eres una niña ¿Has entendido?

Asentí con la cabeza. Tenía razón, tener un corazón blando solo me llevaría a morirme de hambre.

— Iré mañana por la mañana, promesa.

Se dió la vuelta y como siempre no lo volvería a ver dentro de mucho tiempo pero ya no me daba nostalgia era una cosa desde que era una cría así que bueno.

Los saiyajin no debemos tener sentimientos.


Me miré nuevamente mi reflejo en el balde de agua. Acomode un cabello corto detrás de mí oreja pero como siempre mi cabello se esponjo, suspiré con el ceño fruncido ¿Por qué me molestaba? Tengo un cabello rebelde. La armadura que me había dejado mi padre me la puse, era resistente y cómoda verdaderamente.

— ¿Estás lista? ¡Yo estoy muy emocionada!

— ¿Por qué debería estar emocionada? Es algo normal.

— No seas aburrida Gine. Te van asignar a un escuadrón y con suerte podría ser en el mío.

— Fasha lo más probable es que me manden a entrenamientos al ver que no tengo habilidades.

Trague saliva nerviosa, el palacio es enorme y muy lujoso me imagino como sería una vida aquí llena de comodidades. Miré a mí alrededor, un montón de saiyajin esperando igual que yo formados y serios.

Un ave de nuestro planeta entró por los ventanales del palacio abiertos. Es una ave color morado y rayas blancas por todo el cuerpo con ojos brillosos rojos. Sus alas grandes y su cuerpo pequeño y regordete. Sonreí, esas aves son muy amigables y solo venían en épocas de calor en el planeta. Mientras Fasha está formada conmigo y yo estoy sumamente aburrida, me voy de la fila y comienzo a seguir al ave por todo el pasillo largo alfombrado de color carmesí, la ave me mira y ladea su cabeza volviendo a caminar rápidamente con sus patitas.

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2019 ⏰

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