No Puedes Ser Un Cordero

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Conforme la conversación seguía las tazas de café quedaron vacías sin darse cuenta, inmersos en la confesión que tenía lugar en ese momento.

El rostro de la chica era inescrutable, no mostraba emoción alguna, por el contrario de sus ojos cálidos que a pesar de sus esfuerzos por mantenerse indiferente, demostraban conmoción y cierto grado de entendimiento y comprensión, al escuchar hablar por primera vez de esa manera, a alguien tan orgulloso como él. Comprendía lo difícil de la odisea, lo complicado que resultaba hablar de cosas tan sensibles y personales.

Pudo entender a que se refería cuando hablo sobre ser hijo único, ella misma paso una infancia muy solitaria, no tuvo compañeros de juegos, pero de alguna manera el amor que sus padres le profesaron día a día le reconforto de cierta manera, aunque siempre le hizo falta el amor fraternal y la complicidad que solo se puede compartir con un hermano.

Al principio no se dio cuenta de la falta que le hizo tener con quien compartir sus lagrimas, risas, travesuras y diversiones, pero estuvo segura de la existencia de ese hueco en su vida hasta que a los doce años encontró a sus hermanos, si no de sangre si de corazón.

Hasta entonces supo reconocer lo sola que se sentía y admitir que su vida al fin estaba completa con el amor fraternal de sus mejores amigos, que terminaron siendo los hermanos que nunca tuvo, pero que siempre deseo.

La camarera les ofreció llenar sus tasas, y el rubio guardo silencio un momento en lo que llenaban de nuevo con café los pequeños recipientes de porcelana. Cuando termino su labor la chica se despidió.

Draco con la vista fija en algún punto de la mesa y pasando de forma distraída su dedo sobre los borde de su taza, reanudo su confesión,  con voz pausada, demostrando lo mucho que le costaba seguir descubriéndose de esa manera.

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Yo era solo un títere, moldeado a lo largo de los años a imagen y semejanza de mi padre, y me sentía orgulloso de serlo, yo no me daba cuenta de muchas cosas, ni consideraba malo mi manera de ser y actuar, así era como me había educado, era como se esperaba que tuviera que ser.

Tengo muy pocos recuerdos buenos de mi infancia, sin embargo no puedo olvidar que jamás se me permitió llorar, esa solo era una debilidad, mi padre se encargo de que me quedara claro y no tienes idea de lo persuasivo que pueden llegar a ser, cuando utilizan en tu contra un par de hechizos para escarmentarte a los cinco años. Yo siempre obedecí a mi padre, y pensaba que lo hacía por el respeto que me infundía, hasta que después me di cuenta que lejos de ser respeto, era simple miedo.   

Mi padre tenía sus maneras de hacerme entender mis errores de una manera en que no me quedaban ganas de volver a cometerlos y aunque mi madre se oponía a sus métodos no tenía más remedio que permitirle imponer su voluntad.

<Me atreví a levantar mi vista y pude ver tu contrariedad, estabas molesta porque reprobabas el comportamiento de mis padres. Eres tan transparente que por mucho que te esfuerces no puedes esconder tus emociones. No puede evitar suspirar, tenía la esperanza que esa actitud era porque aun te preocupaba aunque fuera un poco por mí.>

Sé que debes estar juzgando el comportamiento de mis padres, y pensar que son los seres más despreciables del mundo, pero no debes de ser tan dura. Al menos yo los he perdonado. Como no hacerlo si a ellos les debo la vida y cuando a su manera se que quieren, porque sé que aunque sus formas no les permitan demostrarlo sé que me aman.

No puedo negarte que antes lo dude y yo mismo los odio por orillarme a ser lo que era, pero me di cuenta de muchas cosas Hermione, ellos tampoco tuvieron opciones,  hicieron lo que creyeron conveniente y me criaron de la misma manera en que lo hicieron con ellos.

Te aseguro que aunque te parece detestable esa manera de vida, si otro hubiera sido el caso y tu hubieras nacido en una familia como la mía, se te aria lo más natural del mundo nuestras costumbres y el sentido que nosotros teníamos de la vida.

Porque por mucho que te esfuerzas si naciste en un nido de carroñeros, serás un ave de rapiña, porque es lo que siempre se ha hecho en el nido y es lo único que te enseñaran, serás un depredador y acabaras con el débil, porque para ti esa es la ley suprema de supervivencia. En un ambiente así no sabes de compasión, solo de conveniencia. Y por encima de todo, no lo consideras malo porque  siempre ha sido de esa manera y no sabes hacerlo otra manera.

Para mis padres era correcto porque así lo guiaron mis abuelos, y ellos solo pretendía seguir con las mismas enseñanzas y educación que correspondía.

No digo que sea correcto, pero es comprensible Hermione. No se puede ser un cordero entre una manada de leones, no es tan sencillo ir en contra del instinto y la naturaleza que a través de generaciones se ha establecido. Y aunque tampoco creo que sea imposible, lleva tiempo poder cambiar una vida de ideas y pensamientos heredados de generación en generación.

Ya te dije entonces el porqué del mi manifiesto odio hacia Weasley derivado de mi envidia, pero ¿Sabes porque descargue mi odio contra Potter? ¿Sabes porque mi resentimiento en su contra?

<Te pregunte y tu solo abriste mas tus hermosos ojos con sorpresa, guardaste silencio y solo moviste tu cabeza negando saberlo.>

Pues bien entonces considera necesario explicarte mis motivos para detestar a tu gran amigo Potter.

Confesiones De DracoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora