-Número 281,habitación 103.-dijo una señora con unas gafas que tapaban casi toda su cara, y un rostro que reflejaba su mal humor.
Como ya me había despedido de toda mi familia, cogí mi maleta que pesaba más por las cadenas a las que me estaba atando, que por las cosas que en realidad llevaba.
Antes de la prueba de acceso a la universidad, la cual todos opinaban que era un respiro y que lo malo se pasaba antes, tenía que terminar Bachillerato.
Primero eran 2 años, después lo cambiaron para que fuese más tranquilo y eran 4 años, cosa que no funcionó, y ahora nos hacen ir un año como toma de contacto, y al siguiente nos matan metafóricamente.
Este es mi segundo y último año, y todos estamos obligados a convivir en habitaciones y a pasar todo el año casi encerrados preparándonos para la dureza de los exámenes.
Como veis, somos un número, ni siquiera se preocupan en saber nuestro nombre, aún menos en nuestra salud mental.
Llegué a la habitación 103,lo que sería mi refugio en ese infierno, para soltar mis cosas allí y conocer a mis compañeros. Lo único bueno que tenía aquello es que por fin no nos separan según nuestro cuerpo, y las habitaciones son mixtas.
La señora que me indicó el lugar me transmitió su mal humor y abrí directamente la puerta. Esperaba a alguien reprochando mis malas formas, pero aún no había llegado nadie.
Eran dos literas cada una con dos camas, por lo que seríamos 4 personas. Me daba un poco de miedo dormir en la parte de arriba, así que me acomodé en la cama de abajo de la litera de la izquierda. No se si tendría importancia pero cada cama tenía las sábanas de diferente color, y la mía era negra. Las otras eran azul, verde y rojo.
Estaba guardando mi ropa cuando alguien tocó a la puerta.
-Adelante - dije en un tono bastante fuerte para que se enterara y compensara con el ruido que la gente hacía en los pasillos.
-Hola guapa, soy Juanje. - dijo un chico bastante moreno, con ojos negros, castaño y con una barba que parecía de diseño. Daba la impresión de un niño creído y prepotente por los gestos que tenía de hacer guiños y repeinarse el tupé cada dos por tres.
-Angy.-dije indiferente por su presencia mientras seguía colocando las cosas en el armario.
Cogió sus cosas y decidió que su cama sería justo la que había encima mía.
-¿Qué quieres estudiar si consigues pasar la prueba? - me dijo.
-Traducción e interpretación.-dije algo borde.
-¿Y qué idiomas?-seguía insistiendo en mantener una conversación.
-Francés, Inglés e Italiano, y si aquí en el país no encuentro trabajo me voy de aquí, que seguro que estaré mejor.
-Aunque no me preguntes, ya que te veo sin ganas de conocer a gente, yo voy a estudiar Informática. Ah, y un consejo, deja de ser borde, te irá mejor.
Juanje salió de la habitación para ver a alguien, y en ese momento entró una chica.
-Buenos días - dijo una chica sonriente. Se me olvidó decir que son las 7 de la mañana y que a las 9 nos darían una charla sobre este año. - Soy Carmen.
No daba la misma impresión que el anterior, ella parecía simpática y agradable. Era morena, con el cabello marrón madera bastante largo, ojos marrones y más o menos de mi estatura, es decir, un poco alta.
-Soy Angy
La chica me preguntó lo mismo que Juanje, y ella quería estudiar Administración y dirección de empresas.
Pero mi cara cambió totalmente al ver al cuarto integrante. Mi ex. El único en el que confié y me engañó con una chica.
Todo lo que tiene de guapo, lo tiene de maldad. Era castaño claro, con ojos azules, labios gruesos como yo, un cuerpo perfecto según los estereotipos que tiene la sociedad actual, con sus abdominales bien marcados, y su mirada seductora.
-Parece que soy tu pesadilla Angy-fue lo primero que dijo ya que me vió de frente. - Y hola preciosa - se dirigió a Carmen.
Cuando le dedicaba una cara de asco, apareció Juanje y se percató de la situación, al igual que Carmen se dió cuenta.
-Uy, huele a tensión desde km-Dijo Juanje riendo.
-Es que fuimos pareja. - dijo José, así se llamaba ese idiota.
-Si te hubiesen preguntado. - le contesté.
-Estás muy guapa Angy.-sonreía José.
-La estás intimidando, no te pases anda. - me defendió Juanje, lo que me desconcertó un poco.
-Venga chicos vamos a dar una vuelta por aquí y después vamos al salón de actos que tenemos la charla-dijo Carmen para evitar la situación.
Vimos el comedor, el edificio de al lado donde se encontraban las aulas, el gran parque lleno de árboles que rodeaba la zona, y llegamos al salón de actos para escuchar la charla, evitando a José.
La directora interrumpió a un profesor que iba a decir algo, para hacer un comunicado imprevisto.
-Atención estudiantes, lamento decirles que este año directamente harán sus grados aquí, la ley ha vuelto a cambiar y Bachillerato solo será un año, por lo cuál este edificio que era destinado sólo para Bachillerato, ahora será una universidad, y ahora ninguno de ustedes pueden retirarse.
De uno en uno los iré nombrando e irán diciendo el grado que quieren hacer y el vicedirector irá apuntando sus nombres y dichos estudios. Los voy llamando de mayor a menor nota.-Ángela Rodríguez-había sacado matrícula de honor en el primer curso.
Subí al escenario y dije mi carrera, Traducción e interpretación de francés.
Sucesivamente iban saliendo todos los demás y hasta que no terminó el último, no pudimos salir.
Todos estábamos sorprendidos porque para nada esperábamos lo sucedido.
Nos fuimos todos a las respectivas habitaciones. Teníamos el día para nosotros, y salí con Carmen y Juanje al parque, mientras que José se fue con una de sus amiguitas.
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La prueba
Science FictionEn España, el sistema educativo ha cambiado y ahora tiene un nivel excesivo de dificultad, además de influir en las ideas de los jóvenes llevando incluso al suicidio. Los exámenes ya no son como antes, son mucho peor. En lugar de formar a gente much...