Los años pasaron rápidos desde esa vez que ocurrió esa desafortunada ocasión que acabo con la rivalidad de los Jones y los Bell, tal vez casi un siglo o más, la familia Jones seguía siendo la mas rica familia de aquel pueblo, pero sus generaciones cambiaron para bien.
La última generación de la familia Jones eran unos jóvenes realmente amigables que ayudaban a las personas sin esperar nada cambio. La casa que se encontraba lejos del pueblo seguía siendo la casa mas antigua y grande de todo aquel pueblo, pero ninguno de los jóvenes quería aquella casa, así que se la dejaron al nieto menor, que era tan parecido a aquel hombre que había hecho que esa casa se volviera propietaria de la familia Jones.
Era tan alto como el, su cabello oscuro como lo era la noche, también sus ojos tan oscuros, era como alguna vez lo fue aquel hombre que no tuvo compasión con un niño de tan solo 4 años de edad, pero con una gran diferencia de aquel hombre, que en su mirada se podía sentir la amabilidad y el deseo de ayudar a las personas necesitadas, y para su desgracia se parecía tanto a el, que su padre decidió ponerle el mismo nombre, JackJones, ese es el nombre del joven que haría cualquier cosa por ayudar a una persona, y también era el nombre de aquel hombre sin corazón, eran realmente tan parecidos físicamente pero tan distintos emocionalmente.
La familia era un poco pequeña, pero muy estable para que todo el pueblo conociera a cada miembro de ella, pero aunque toda la familia fuera amada por el pueblo, todos admiraban y querían a JackJones, un hombre que todos conocían por su gran amabilidad y cortesía con todos aun así fuera la persona mas despreciable de todo el pueblo, el siempre se portaba cortes y educado, un gran ejemplo a seguir por muchos niños y también el amor platónico de muchas mujeres, pero para mala fortuna de ellas estaba felizmente casado con una gran mujer.
Teresa, era una mujer sin duda hermosa, con su corto cabello castallo liso hasta sus hombros, con una sonrisa tímida que la hacia ver realmente tierna, con sus ojos color chocolate y la figura de un reloj de arena, muchas mujeres matarían por tener la suerte de ser ella. Teresa y Jack llevaban casados un año, pero con una relación de noviazgo de 5 años y ahora que ya llevaban tanto tiempo enamorados, ella tenia una barriga de embarazo de 7 meses, con ansia esperaban a que naciera el pequeño.
Ya todos los primos de Jack estaban casados y por lo menos con un hijo, pero siendo él el menor de los nietos todos esperaban a que naciera un varón, lo que Jack se preguntaba era el porqué ninguno de sus primos había querido tener esa casa que sobresalía de todas las demás del pueblo, que había sido heredara al primer varón que se casara, pero todos la habían rechazado, y siendo el último en casarse y también el nieto menor se quedó él con esa casa, que aunque ya llevara un año viviendo en ella todavía no conocía cada rincón de ella.
Así que un día decidió hacer un recorrido por la casa, sin saber que podría encontrar en esa casa que escondía tantos secretos y que su padre jamás le había contado, pero recordaba que cuando era pequeño vivió ahí por 10 años hasta que un día su padre lo envió junto con su nana a otra casa, quedándose él solo en esa casa hasta que fue heredara a Jack por su matrimonio con Teresa, pero su padre cuando le entrego la llave de esa gran casa le dijo que jamás tratara de buscar algo mas en esa casa, como querer ir al sótano o al cobertizo que solo debería utilizar la sala y las habitaciones que le eran permitidas, solo eso.
Jack obedeció las indicaciones de su padre, su padre le dijo que tenia que seguirlas al pie de la letra sin saltarse una sola, como nunca estar a las tres de la mañana solo en la casa o en media noche no estar solo en la sala y también dejar que todas las velas sigan encendidas en la noche y que jamás fuera al patio trasero.
Jack no entendía la importancia de todas esa reglas pero cuando su padre le ordeno que hiciera todo eso podía observar que en su mirada se ocultaba el terror y también la suplica de que todas las reglas, muchos dicen que su padre se volvió loco después de estar en esa casa solo por mas de 15 años en un lugar que se rumoraba que estaba los cuerpos enterados de unas personas que en vida eran casi como el demonio mismo.
