El diario de una hechicera (historia secundaria de Harry Potter)

Capitulo 2

Vamos en el tren, Karla y Sarah platican sobre la famosa "copa de los tres magos" que se realizará en Hogwarts en unos meses. Yo me limito a ver el paisaje por la ventana del tren y acomodar mi falda, pues el delicado uniforme necesita cuidados especiales y no puede arrugarse porque ya es el fin del mundo. Pasa lo de siempre, las de último año hacen su show de despedida y todas las de primer año se emocionan, este año me decepcionan, se limitaron a dar dulces y esparcir mariposas por todo el tren, sin embargo, el año pasado fue ¡increíble! Hicieron todo tipo de hechizos, regalaron boletos para el torneo anual de quiddich y nos dieron un paseo en pegaso. Llegamos a la estación y esperamos a que nos entreguen el equipaje, yo llevo sólo una maleta, pero Karla y Sarah cargan unas tres cada una, un joven se acerca para ofrecernos ayuda, pero la rechazamos y seguimos nuestro camino, Karla y yo vivimos a unas cuadras del centro de París y Sarah un poco más a las afueras, así que nos separamos y continuamos caminando hasta una parada de taxis, tomamos uno, nos vamos camino a nuestras casas y finalmente llegamos , Karla se va por la derecha y yo por la izquierda al llegar a nuestra calle (así es, somos vecinas) a su casa y yo a la mía, como de costumbre mis padres no están, así que sólo voy a mi cuarto, dejo mis cosas y me quedo dormida... No sueño nada.

Siento unos empujonsitos, los ignoro, pero comienzan a hacerse más molestos cada vez, finalmente decido abrir los ojos -"mama"- es lo primero que digo, pues mi madre esta parada frente a mi intentando despertarme, y ya lo logró, me ayuda a levantarme y me da un fuerte abrazo.

-¡te extrañé cariño!- me dice y su corto pero arreglado cabello se despeina un poco, ella es una mujer hermosa, de cabello rubio casi blanco, parecido al mio, unos hermosos ojos azulados y una peculiar y delicada nariz.

-¿Donde esta papá?- le pregunto, ya que tengo muchas ganas de verlo y de saber si realmente me quedare en casa de Sarah, o si confiarán en mi y me dejarán quedarme sola.

-Fue a comprar algo de comer, para celebrar la ocasión- me dice mientras se separa de mi y se sienta a mi lado.

-Ahh...- le respondo y me levanto -¿me dejarías darme una ducha? Salgo en cuanto termine- le menciono y ella asiente con la cabeza en señal de aprobación, enseguida sale de mi habitación.

Voy hacia la bañera y abro la llave, mientras el agua se calienta comienzo a desvestirme, poniéndome mi bata y observando mi habitación, "ya te extrañaba" le digo a la misma algo melancólica, empiezo a darme cuenta de cosas que no recordaba, mis cúpulas del viaje a Canadá, los trofeos de natación y los múltiples libros sobre animales mágicos, también noto algo peculiar, la foto de toda mi familia antes de aquel incidente.

•••

Hace ya varios años toda mi familia murió, abuelos, tíos, primos etc. Aquellas vacaciones todos habían ido a festejar el 95' cumpleaños de mi abuela, todo el mundo asistió, menos nosotros, ya que mis padres estaban muy ocupados con su trabajo; mi tío Horace que era un muy famoso y poderoso mago, creo la maldición "writs" un hechizo que sólo él pudo hacer, y que le causó la muerte a él y a toda mi familia, no se supo en que constó aquel encantamiento, pero sin duda fue devastador...

Entro a la bañera y empiezo a ducharme, comenzando con mi largo y blanco cabello y terminando con el cuerpo, tomo mi toalla y comienzo a secarme.

Decido ponerme una falda y una blusa hasta el ombligo, la gente suele creer que es inapropiado, pero a mi me parece un conjunto muy lindo. Salgo a la sala, voy hacia el comedor y me encuentro con mi padre sirviendo la mesa (o más bien sola, por encantamiento suyo).

-¡Papá!- digo emocionada y corriendo hacia sus brazos -¡te extrañé mucho!- le digo y el asiente con la cabeza.

-Yo también te extrañé hermosa- me dice y me da un beso en la cabeza.