Falsa Alpha.- Jenlisa Omegaverse [G!P]

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Los clanes de lobos son algo normal en el mundo, y todos estan conscientes de que existen dos clanes que son los más poderosos: El clan del Sol, dirigido por los Manoban, y el clan de la Luna, dirigido por los Kim.

Ambos clanes tuvieron el honor de concebir a una niña, y gracias a eso, la rivalidad de ambas familias acabó, con un acuerdo mutuo de que ambas jóvenes al cumplir los 23 años, contraerían matrimonio.

Lo que ellos nunca pensaron, es que aquellas chicas, que crecían sanas y fuertes, se odiarían mutuamente.

- ¿Otra vez Kim te ha molestado?.– Preguntaba Park Chaeyoung, perteneciente al clan de la Luna, y mejor amiga de Lalisa.

- Esa idiota se la pasa alardeando de todo el dinero que posee.– Bufó la pelirroja.

- Bueno, es así en todos los años. ¿Qué esperabas?.– La animó con un fallido intento, su amiga.

- Esperaba a que madurara un poco. No entiendo el por qué de su odio hacia a mí.– Decía la pelirroja.

- Tal vez te tiene envidia.– Opinó la rubia.– O te ama.– Bromeó, llevándose un golpe por parte de la pelirroja.

- ¿Envidia?. ¿Envidia de qué?. No poseo nada que ella no tenga.– Ignoró la segunda opción, ya que esa, por obvias razones, no podría ser posible.

- Bueno...Tú tienes un amigo muy particular.– Rió Rosé.

- ¿Olvidas que ella también es Alpha?.– Mencionó la pelirroja.

- Si, bueno...Un momento, recién me detengo a pensar en algo muy importante...– Los ojos de la rubia se expandieron.– ¿No dijiste que ambas estaban comprometidas?.

- Si, ¿Qué tiene que ver eso?.– Preguntó confundida.

- Mucho, querida Lisa. Una, porque esa puede ser la razón por la que te odie, digamos que a nadie le encanta estar amarrado a una persona que no ama, y dos, ¿Por qué los clanes casarían a dos Alphas?.– Aquello sorprendió a Lisa.

- Es cierto...No lo sé. ¿Y si es para que no concebamos?.

- Puede ser...Pero no lo creo.

- Rosé, Jennie ha alardeado a todo el mundo que es una Alpha muy poderosa, y a menos que yo sea una Omega, el hecho de que una de ambas fuese una Omega, sería estúpido.– Rosé la miró asintiendo, y luego recordó otra cosa.– Es obvio que yo no soy Omega.

- No, no. Eso ya lo sé. Es solo que...¿No has notado que es bastante extraño que Jennie desaparezca cada cierto tiempo?.– Sus teorías eran razonables, pero no para Lalisa.

- Estás loca, Rosé.– Se resignó a hacer caer en consciencia a su amiga.– Ya han tocado la campana hace más de media hora. ¿Por qué aún no vamos a clases?.– Le recordó.

- Es muy aburrido, y lo sabes. Disfruta los próximos cinco años de soltería y juventud, antes de que seas Manoban Kim.– Bromeó la rubia.

- No los disfrutaré si alguien se da cuenta de que no estamos, y llamen a mi padre.– Se quejó.

- Amargada.– Se levantó la rubia. Aunque algo le llamó su atención.– Oh por Dios, Kim está muy cerca se nosotras, con su sexy amiga...La otra Kim.

- No me interesa...– Estaba apunto de irse, cuando la rubia la jala y la hace esconderse en unos arbustos, que se encontraban bastante cerca de donde estaban las Kim.

- Ya te dije, Chu, que sí me tomé aquel jarabe repugnante.– Decía la morena fastidiada por la insistencia de su amiga.

- Oh, vamos, Jennie. Hasta aquí se te siente el olor a Omega.– Se burló la pelinegra, quien su boca fue cubierta rápidamente por la castaña, evitando que ésta hablase más.

- Nadie se debe enterar, idiota.

Lalisa y Rosé casi dejaron escapar un grito, pero se contuvieron, y se miraron sorprendidas. En un susurro Rosé le dijo "Te lo dije" y Lalisa aún no salía de su trance...