Y después de tanto aquí estamos: a punto de entrar a la casa de los que dentro de muy poco se convertirán en mi familia, oficialmente ahora serán mis suegros. Estoy nerviosa y no puedo ocultarlo, ella me mira fijo, sus verdes ojos se fijan en mí, me toma la mano y me dice: tranquila no hay nada que temer, tu conmigo... yo contigo, nadie se interpondrá. Esa frase... -me quedo sin palabras-... esa frase siempre ha sido la forma más bella de decirnos que todo estará bien, que mientras estemos juntas nada nos pasará. Una rara sensación se vuelve a apoderar de mí, Dios!!! Cuanto deseo en estos momentos un trago de licor... Epa!!! ¿En qué estoy pensando? Llevo años sin probar el licor y nunca me había hecho falta, nunca... hasta hoy, y es que ya no soy persona, solo soy un puñado de nervios...
- Bueno amor mío, vamos que nos están esperando –irrumpe ella mis pensamientos-
- Sí, es hora... Kyra vamos.
- ¿Estás tan nerviosa? ¿Es En serio? – Me dice ella al tomarme del brazo e impedir que me baje del auto.
- Tomo una gran bocanada de aire y solo puedo asentirle con la cabeza, Kyra amor, entiende, esto es muy importante, hemos realizado una vida juntas, hemos construido un emporio de empresas, hemos llegado tan lejos como lo hemos deseado, pero casi nadie sabe lo nuestro, y los que lo saben los podemos contar con los dedos de una mano, y ahora tú quieres que lo sepa el mundo entero y ¿empiezas por tus padres? Para ellos solo somos grandes amigas, para ellos solo... somos amigas de la infancia que por suerte en la vida se hicieron socias y les ha ido muy bien en la vida, para ellos...
- Haber, haber, haber... -me interrumpe enfáticamente- tu Mia, siempre has sido muy orgullosa de quien eres, jamás te has ocultado al mundo, nunca has tenido problema con aceptarte tal y como eres, vives feliz de ser quien eres, tu... amor... tú me has enseñado el orgullo de estar al lado de otra mujer, y ahora vienes a decirme que tienes miedo que yo de este paso? ¿o es que te estas arrepintiendo de estar conmigo el resto de tu vida o el resto de mi vida?
- No, en absoluto. Tú sabes que me volví a meter al armario por ti, porque no quise presionarte a que te expusieras, porque siempre te dije que esta decisión sería solo tuya y que estaría a tu lado cuando estuvieras preparada y pues, aquí estoy amor. La verdad lo que me sucede es que esto es un salto gigante, y no te confundas, estoy muy feliz, estoy emocionada, extasiada de encontrarnos en este punto.
- Mía, solo de algo he estado tan segura en la vida y es que quiero el resto de mi existencia a tu lado... tu rompiste mis esquemas, tú me hiciste ver un nuevo mundo, tu llenaste cada rincón de mi alma vacía, debo reconocer que no fue fácil, que tuve mucho miedo y que al inicio pensé muchas veces en renunciar, pero siempre al final del día me encontraba con tu mirada llena de amor y comprensión, siempre sin proponértelo borrabas mis dudas y hacías que todo fuera más bonito. Digamos que tuvimos un inicio atropellado y fue necesario todo lo que pasó para poder encontrarnos ahora aquí, así que agradezco infinitamente al universo que tu Ex te haya hecho todo eso, sé que sufriste pero gracias a eso ahora estamos juntas.
Mis ojos están inundándose de lágrimas poco a poco, ella me mira como si al frente tuviera al ser más maravilloso del universo, y pienso en si merezco todo esto?, pienso en si de verdad la hago tan feliz como lo soy yo con ella, pierdo el control de mí y se me sale un - Te amo - totalmente impetuoso que hace que ella quede en silencio y solo atine a abrazarme tan fuerte que siento que todo cobra sentido.
- Ven, vamossssss! Es hora de entrar en esa casa, es hora de que mi familia te reconozca como lo que verdaderamente eres: Quien me hace feliz!
En eso suena la puerta del balcón y poco a poco se va dibujando una figura femenina que nos mira y entra nuevamente a la casa de manera apresurada y a lo lejos se escucha un: "ya están afuera".
Miro a Kyra y sonrío – Bueno vamos, es hora. Nos bajamos del auto cruzamos la reja y al momento en que ella va a introducir la llave en la cerradura, la puerta se abre y allí... allí está el papá de Kyra de pie mirándonos fijo, con una mirada tan indescifrable como su propia hija... Maldito silencio que se hace!