❝04❞

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En los albores gélidos, la rutina abraza a Susan, y aunque el día promete un paisaje hermoso, la pelirroja solo suspira con cansancio pues la espera, cual sutil veneno, la consume.

En la quietud matutina, su mente se ve impactada, por un chico especial, un ser único y distinto. La primera vez que sus ojos lo encontraron no pudo evitar pensar en lo lindo que era y lo hermosa que era su voz, le pareció divertido todo el desastre que se creó ese día que ella esperaba que fuera tranquilo.

Aún recuerda lo mucho que río después de subirse al auto y verlo refunfuñando. "Adorable" esa fue su primera impresión incluso después de que le derramará una malteada encima.

Cuando creyó que sería solo un recuerdo, pensar que era lindo se convirtió en una rutina cada vez que lo miraba.

La segunda vez que lo vio fue en su primer día de clases en la sala de maestros. Ese día, Susan podía notar fastidio y aburrimiento en su rostro mientras se balanceaba, esperando a su tutor, y nuevamente, en lo único que pudo pensar al verlo fue "Es tan adorable". Después de eso, los encuentros se volvieron constantes en la escuela, cuando se reconocían se limitaban a regalarse gestos y malas caras, barrerse con la mirada se habia vuelto parte de su rutina aunque después de ese día en la galería de arte, no volvieron a intercambiar palabras.

Susan no esperaba terminar en ese tipo de situación y menos haberse encontrado al famoso Han SeoJun en escena. Esa noche en particular, sus pensamientos se centraron únicamente en lo atractivo que lucía con esa sonrisa altanera, el labio roto y el cabello alborotado.

Aunque Susan nunca había imaginado que un chico podría llamar tanto su atención como lo hizo él, decidió mantenerse alejada. No tenía intención de acercarse a él y no esperaba que eso cambiara hasta esa misma noche.

Susan se encontraba en una situación embarazosa, y Seo no podía evitar contener la risa mientras la observaba. Susan estaba agachada, despeinándose el cabello con frustración, y murmurando lamentos en italiano mientras su mirada seguía a la chica que había escapado.

-¿Qué pasa? ¿Puedes decirme qué es tan gracioso?.

-Bueno, pareces muy desesperada-comentó Seo.

-¿Tú crees?- inquirió Susan.

Con solo mirarla, SeoJun estalló en carcajadas. Susan se levantó al instante y le dio un débil golpe indignado en el pecho, pidiéndole que dejara de reír. "¿Qué te sucede? ¿Por qué te ríes tanto? ¿Acaso quieres morir?", dijo ella con un tono de broma.

-No quiero morir, ya vi que eres muy buena golpeando gente- mencionó Seo, pero aun así no dejó de reír.

Finalmente, Susan no pudo negar que la risa de SeoJun era encantadora, y terminó murmurando con una sonrisa tímida "Bien, ríe todo lo que quieras solo porque eres lindo"

Seo tampoco sabía muy bien por qué no podía dejar de reír. Limpió las pequeñas lágrimas que brotaron y trató de regular su respiración. Luego, se acercó a ella para arreglar el desastre de su cabello rojizo.

-Dios, ¿qué ocurre contigo? Eres un desastre adorable-, bromeó SeoJun, tomando con suavidad las mejillas de Susan y sonriéndole.

-¿Desastre? JA. Tú también estás hecho un desastre. ¿Eres masoquista? ¿Te gusta que te traten como un saco de boxeo?-preguntó Susan entre dientes

SeoJun no pudo evitar reír aún más mientras soltaba a la pelirroja -¿No podemos tener encuentros normales?-dijo en tono juguetón.

-Creo que no, lo normal no está familiarizado conmigo-respondió Susan, perdiéndose en las medias lunas que SeoJun le regalaba al sonreír tanto que olvidó una cosa.

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⏰ Última actualización: Jul 22 ⏰

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El Arte De Aparentar | ᴴᵃⁿ ˢᵉᵒᴶᵘⁿ ꗃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora