Prólogo.

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Una vez me preguntaron como era que lo hacía, como hacia para ir al frente y seguir, a pesar de todo.

Como era que lograba poner mi mejor sonrisa frente a todos y disimular que eran falsas y amargas.

Como superar el abandono mismo, como seguir con el corazón roto y el alma quebrada.

Y yo les respondí. Que a pesar del dolor que sintamos, siempre hay algo que nos ayuda a seguir y a seguir sin parar.

Porque…¿Qué razón tendría irnos sin tomar riesgos?.

Decisiones malas. Dolor. Angustia. Escusas.

Todos nacimos con el derecho a ser felices, nada más que algunos los disfrutan más y otros menos.

Mi caso.

Bueno era peculiar, no era completamente de un solo bando, a veces los recuerdos abundaban mi mente, y me permitía desahogarme en las oscuridades.

Para no ser vista.

Mi madre solía decirme que era una guerrera, siempre tenía un sinónimo que me hacía feliz.

Hasta que un día ella se marchó.
Me dejo sola.

Ella era mi héroe. La que siempre me acompañaba, y estaba en todo momento.

Ahí es cuando supe lo que significaba que “la vida tiene altibajos” .

Asfixia| A#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora