Luna Azul ||C.V. Y TÚ||TERMINADA

32° ¡Salvenla!

—¡No! ¡Mi amor quédate ahí! ¡No te lastimes! —Gritaba Christopher con desesperación, pero ella ignoraba las palabras de Christopher, solo quería tomar la llave e irse, así se se arrastró unos 20 centímetros con el dolor más inmenso que había sentido en la vida, sentía como toda su piel ardía y como la sangre salir fluidamente de sus heridas

Cuando terminó de salir completamente de las varillas, cayó al suelo, sentía que no se podía sostener, tenía un enorme dolor y sentía que simplemente se quebraría en pedazos y moriría

Desde el suelo comenzó a arrastrarse lentamente para acercarse a la llave, pero le dolía todo, las lágrimas y el sufrimiento no paró ni un solo segundo, todos veían como ella se retorcía del dolor, como dejaba un rastro de sangre por el suelo y como suplicaba por un poco de sanación

Cuando estaba por alcanzar la llave, Morell se acercó y la pateó hacia otro lado de habitación, ella reía con cinismo, ella lentamente seguía tras la llave

—No sigas mi amor, déjalo —Dijo Christopher mientras lloraba desconsoladamente, no le gustaba en lo absoluto lo que veía, era inhumano, ver sufrir a la persona que más amas, Christopher se lamentaba el que ella quisiera salvarlo

Morell seguía haciendo lo mismo de empujar la llave fuera del alcance de ella, hasta que se cansó y decidió enterrarle la punta de su tacón en una de sus heridas, arrancándole un grito desgarrante 

—¡No! ¡Basta, por favor! ¡No le hagan eso! ¡Déjenla ir! ¡Se los suplico! —imploraba Christopher con lágrimas en los ojos

—¿Por qué? Es mejor que muera aquí contigo a que muera queriendo llegar a la reserva, se está desangrando y no durará más de unas tres o cuatro horas —Dijo Víctor con gracia —Morira igual que esté, ¿Como se llama? El lobo que corriste de tu manda, ¿Como se llamaba? ¡Ah si! Johann, él también murió desangrado, pero pues mínimo nos sirvió de alimento para un par de días —Dijo Víctor antes de lanzarse a reír, enseguida _______ había parado de gritar, se miraba inerte ante los golpes de Morell

—¡______! ¡Mi amor! ¡Despierta corazón! ¡No cierres tus ojos, bebé! —Dijo Christopher desesperado, ella solo daba sus últimos suspiros —¡Por favor, Víctor! ¡Haré lo que sea pero salvala! ¡No dejas que muera! ¡Haré absolutamente todo lo que me pidas! ¡Haré todo! ¡Salvala por favor! —Dijo Christopher en medio de lágrimas, con todas sus fuerzas trataba de romper los barrotes de la jaula, pero le era totalmente imposible, eran demasiado gruesos para su fuerza

—¿Seguro que harás lo que sea? —Dijo Víctor juguetón

—¡Si, lo que sea! —Gritaba él desesperadamente, Víctor miro a Morell y ella torció  los ojos, enseguida Karim se acercó y empujó a Morell, mordió su muñeca y le dió de beber su sangre

Era verdad que la sangre de los vampiros era curativa, pero en ves de usarla como beneficio, hacían el mal

Después de darle la sangre, se alejó y la dejo en el suelo, pero ella seguía sin moverse, sus labios estaban cubiertos de sangre al igual que su cuerpo, Christopher la miraba con tristeza, ella seguía sin despertar

Christopher comenzó a llorar con desesperación, impotencia, dolor y sufrimiento

¡No! ¡Ella no podía estar muerta! ¡Simplemente no podía!

Morell se acercó a _______ y le tocó el cuello buscando su pulso, después se giró a ver a Víctor con preocupación

—Ella despertará en unos segundos —Dijo él, Christopher desesperado por verla mejor, pero no había respuesta

Víctor miro a sus amigos y les hizo una señal para que salieran de la habitación, en cuanto salieron, Christopher comenzaba a recargarse sobre la caja metálica para poder moverse girando, se giró hasta llegar a _______, alcanzó a tomarle la mano y la besó con desesperación

—Bebé, mi amor —Decia Christopher mientras lloraba, debía como sus cicatrices sanaban, pero ella no abría sus ojos
Segundos después entró Victor, Morell, Karim y Ana

—Llevatela con el otro —Dijo Víctor, Ana estaba completamente marcada, como si le hubieran pasado un fierro caliente por el cuello, tenía muchas mordeduras en el cuerpo y golpes que le habían deformado un poco el rostro, Ana tomo de los brazos a ______ y la jalo hacia la puerta por dónde habían entrado

—¡No! ¡No sé la lleven! ¡Por favor! ¡Déjenla conmigo! —Gritaba desesperado, pero era más que obvio que ellos no harían caso a sus súplicas

Vio como Víctor...