Nika y Dante huían misteriosamente con cautela hacia aquel bosque alejado de Forgotten Hollow, donde nadie les encontraría.
Dante tenía su teléfono a mano y llamó a un arquitecto para que les construyese una pequeña cabaña de madera para estar ocultos. Esta cabaña tendría un par de habitaciones, un baño y una cocina pegada a una sala de estar.
El arquitecto les dijo que no tardaría demasiado en planificar los planos y en construir la casa, pero Dante quiso ayudar y le dijo los metros que quería por habitación y que no le importaría a ayudar en construir la casa.
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Tras largas horas de planificación para que la pequeña cabaña quedase perfecta para ellos, se hizo de noche, y a Dante y Nika, no les quedaba otra cosa que dormir bajo un gran árbol, y al menos, consiguieron hacer una hoguera para estar calentitos toda la noche.
Nika estaba temblando, tenía mucho frío, Dante la abrazó para que entrase un poco en calor, pero Dante estaba terriblemente frío. Nika notó helada su piel, y se dió cuenta de que ya la había sentido antes, el día que se conocieron, necesitaba calor, y le dijo:
-Estás congelado, ¿no tienes frío? Noté tu piel helada, incluso el día que nos conocimos.
-No, simplemente siempre estoy frío y nunca he sentido que el frío me moleste. Nika, el caso es que soy un vampiro y puede que no me creas y que incluso ya no me ames, pero yo te voy a seguir amando igual y no podía estar ocultándotelo más tiempo, Nika, si vamos a ser una pareja, no quiero mentirte, pero me parecía un poco precipitado el haberte dicho esto al momento de conocernos. ¿Nika?
Nika se había quedado dormida, así que Dante dejó que descansara tras un día tan largo como el anterior.
Pasada la noche, Nika se despertó sola cercana a la hoguera, justo donde había dormido. Al momento en el que la sintió despertarse, volvió a "casa".
-¡Nika, estás despierta!
Sonrieron los dos a la vez. Eran las diez y media de la mañana, Dante llamó a su arquitecto de nuevo, y empezó a construir la base de la casa, el suelo de la planta de abajo, al menos, ya tenían algo. El arquitecto, sólo pudo terminar la mitad del suelo, pues se hizo de noche pronto, el invierno es así, frío y de largas noches.
No tenían mantas ni siquiera, así que encendieron la hoguera de nuevo, como en la noche anterior. La noche fue muy larga y la pasaron contando historias de sus vidas, charlaron durante varias horas, y cuando se dieron cuenta, ya se había hecho tarde, cuando se sintieron que estaban cansados, se durmieron acurrucaditos.
El arquitecto volvió a llegar al lugar para terminar de construir el suelo. De paso, les trajo un par de mantas, pues era un hombre bueno y humilde y no le importaba dar cobijo a las personas sin techo.
Se volvió a oscurecer el cielo, Dante le preparó una cama a Nika en lo alto de la hierba cerca de la hoguera, así estaría más cómoda que en un suelo duro y frío. Además, así no pasaría demasiado frío; Dante se acomodó en "la cama" que les había brindado el arquitecto, Nika lo abrazó y durmieron juntos de nuevo.
