Había una vez un chico con la mirada triste tanto que era capaz de transmitir su pesar a los que lo rodeaban. Ese chico, hermoso cual querubín nunca se quejaba, nunca lloraba y aun menos terminaba de contar el motivo de su respuesta, pues siempre era la misma.
────Extraño a mi persona.
Y poco después, desaparecía. Así es el cuento de Jimin, el muchacho de cabellera negra como el carbón.
Una de esas tardes en que nos reunimos para hablar de lo que nos gustaba. Se me ocurrió hacerle una de las miles de preguntas que no me dejaban tranquilo.
────Jimin, ¿Cómo puedo tomar tu tristeza?
Él toma mis manos entre las suyas, se acomoda de frente y me mira fijamente para hablar con voz melancólica:
────No es posible, pero gracias por intentarlo ────lo miro confundido. Mi pregunta para nada ha sido el intento de algo. Él lo entiende────. Respira Jungkook, respira y vive, por favor.
Lo último que pasó por mi cabeza, es que pronto entendería el significado tras esas palabras.
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CARRY YOU
FanfictionNuestro protagonista pasa todos los días cerca de la estación de trenes abandonada, pero no es el único. El chico de mirada perdida también va a ese sitio, siempre se sienta en una banca abandonada. Ahora quiere saber más sobre él. [🌻∆]: No copiar...
