Prólogo

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Sonaban pisadas sobre el enorme edificio que se alzaba sobre su cabeza. No sabía que hacer si correr o quedarse quieto. Salvarse o morir.Nada importaba ya. No sabía que hacer. Hombres con batas blancas y unas agujas tan grandes que podrian agujerear el cielo se acercaban hacia él. Por su cabeza pasaron todos los momentos que su corazón de hojalata había vivido. Pero había una frase que siempre recordaría, vivo o muerto, esa frase que una gran amiga le había dicho.

        Un corazón es como un papel, si lo arrugas, por mucho que lo planches... Siempre quedará arrugado.

        Repitió esa frase todas las veces que pudo, hasta que las agujas pudieran alcanzarlo.

 Se acercaron y...

Corazón de hojalataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora