Las ramas de los árboles golpeaban con golpes suaves pero repetitivos la ventana de la pequeña habitación de Rose. Caminaba de un lado a otro de la habitación con las manos en la cabeza recordando las palabras de su padre.
<<¡ Eres un desastre!- gritaba su padre-¡ Y tú quieres ir a Vancouver!
- ¡No...! ¡No...!- gritaba Rose sollozando.
Sin pensarlo dos veces caminó hacia el armario que estaba a escasos metros de ella, y cogió aquella maleta, la rosa, la más grande. Hasta la mitad de su capacidad la llenó de ropa, por encima colocó algunas fotos, el portátil y el móbil.
Entre abrió la puerta, para ver si había alguien. Y como ella suponía. No había nadie. Volvió la cabeza hacia atrás para decir ádios a su habitación. Un pequeño individúo de cuatro patas se acerca hacia ella.
-Ádios Toby...- murmulló Rose.
-¡Guau...! ¡Guau...!
-¡Shhhh...!- susurró Rose.
Se acercó hacia la puerta de la habitación de su hermano y deslizó una nota.
<< Querido Dylan,
Me voy de casa, cuida de Toby.
Te quiere, tu hermana...
Rose>>
Bajó por las escaleras sigilosamente hasta llegar a la puerta principal. Un individuo asoma la cabeza.
-¡Rose...!
-¡No...! -grita Rose solllozando.
Cierra la puerta y sale corriendo por las abarrotadas calles de la ciudad. La gente murmulla y la miran como una loca al pasar por las calles, corriendo y llorando.
Un hombre con figura esbelta y pelo rubio como el trigo la para.
-¡Rose! ¡Para!- grita él- ¿Qué pasa?
- He discutido con mi padre...-dice con aún lágrimas en los ojos-. ¡No me deja ir a Vancouver!
- Vale... No te preocupes. Ven conmigo.- dice mientras le tiende un pañuelo.
Caminaron hasta llegar a un coche negro y alargado, que lucía la marca "Mercedes".
No tardaron más de diez minutos en llegar a una casa de piedra, con un jardín lleno de rosas. Bajaron del coche y Stephen recogió un puñado de rosas rojas de su jardín y se las tendió a Rose.
Andaron suavemente hacia el gigantesco edificio. Entraron en él y allí encontraron un mensaje que provoca en Rose, un cara de asombro y tristeza.
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Corazón de hojalata
Science FictionUn multimillonario crea un ejército de robots con el fin de destruir Norteamérica. Un fallo hace que el robot 111 tenga sentimientos y se convierta en un problema. Una historia de amor en la que sólo importan los sentimientos. Amor. Odio. Venganza. ...