Unos gritos lejanos hicieron estremecerme, maldita sea ya han llegado a otro pueblo, me puse mi capucha y salí en busca de los gritos, no podía dejar que muriese más gente inocente a manos de esos... seres. Me cubrí tras un árbol para analizar la situación y tuve que taparme la boca para no gritar de horror.
La plaza del pueblo estaba llena de personas muertas, se escuchaban gritos asustados de niños y mujeres, hombres ya no quedaban... al escuchar las feas y oscuras las risas de las bestias un escalofrío recorrió mi cuerpo.Cogí mi arco y le disparé una flecha a una de las bestias al ojo, su único punto debil. Me subí rápidamente al árbol con el que me estaba cubriendo, ellos pesan demasiado para subir a los árboles. Ya se habían percatado de mi presencia, perfecto, así la gente aldeana podrá aprovechar para huir... o al menos esconderse.
Tenía a todas las bestias mirandome, que ilusos, me ponen su vida en bandeja. Comenzé a dispara cada uno de los seres en el ojo hasta que no quedó ninguno. De un salto bajé del árbol, recogí mis flechas y fui corriendo a ayudar a los heridos.Un chico, más o menos de mi edad, estaba herido gravemente en el brazo pero aún así intentaba reanimar a una mujer, supongo que su madre.
-Vamos... porfavor... pedía el chico en susuro
Suavemente lo moví hacia el lado indicandole que se apartase, esa mujer realmente tenía mala pinta, pero su corazón aún latía, apenas sin fuerza pero latía. Saqué una pomada con poderes mágicos de mi capa y se la apliqué en la zona herida. Tardó en hacer efecto pero tras unos minutos la mujer comenzó a toser, me aparté de ella, quería que la primera persona a la que viera fuese a su hijo, no a una desconocida con una capucha cubriendole medio rostro.
Una niña lloraba en una esquina y agarraba fuertemente su osito de peluche.
-Hey enana . Dije retirando mi capucha descubriendo así mi rostro y mi cabello castaño oscuro
-... *sniff sniff*... mis papis...
-Los encontraremos, tranquila
-...no... *sniff sniff*... están... muertos... *sniff sniff*
Oh dios mio, ha visto como...
Sin dudarlo la cogí en brazos y le sequé las lágrimas.
Ya me íba a ir cuando alguien agarró mi brazo
-Gracias, has salvado la vida de mi madre ¿cómo puedo agradecertelo? - Era el chico de antes
- No tienes que agradecerme nada, lo hice porque no me gusta ver morir a la gente
- Entonces... gracias...
- De nada
Me dí la vuelta y sin decir nada más me fui ocultada por las sombras
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Phoenix
Fantasy¿Que pasaría si todos los cuentos que os contaban de pequeños eran mentira? ¿Y si Blancanieves en realidad no fue princesa sino bandida? ¿Y si Cenicienta no tuvo nunca hada madrina? ¿Y si Peter Pan es una escoria de humano? ¿Y si la reina malvada re...