❛❛Mss. Impossible // TH❜❜

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-¿Tu que crees?-te pregunte, por segunda vez, no parecías sorprendida, más bien parecías decidida, pero tardaste en dar tu veredicto, de seguro lo pensaste de más.

-Es mejor que tenga un estilo más calmado a lo normal...-sugerirte, recargandote en la mesa de maquillajes, prácticamente sentandote allí, lo hacías de manera involuntaria ya que por lo general eres muy retacada conmigo.

-Explicate...-pedí, sin entender mucho, tal vez lo hubiera entendido mejor si no prestará tanta atención en la manera que tus piernas se cruzan, como tu cabello cae sobre un solo hombro tuyo, producto de tu cabeza ladeada ante la duda.

Creo que dudas entre decir lo que piensas o lo que crees que quiero escuchar.

Más todo lo que quiero oír es la verdad de tus labios, aunque sea muy distinta a la mía.

-En vez de teñirse el cabello de un color llamativo, pinteselo de de un color opaco y opte por un traje de marca, su maquillaje podría ser calmado y nada demandante, creo que le daría un aura más masculina, más madura y elegante - asegurarte con una sonrisa preciosa, en aquellos momentos quisiera poder dejar el tema del trabajo afuera y atacar tus labios con dulzura.

-¿Eso crees? Nunca había probado eso - admiti acercándome un poco mas de lo normal.

-Para los demás miembros funciona, RM sunbae siempre esta elegante y masculino, Suga y Jungkook imitan esto y Hasta J-Hope-sunbae opta por este estilo de vez en cuando...Por lo menos debería probarlo...-explicaste con paciencia, nombraste a mis compañeros en un intento de convencerme, más en el fondo se lo atractivo que te parecen, te escuche hablar con la chica que atiende a Namjoon-hyung y en tu voz notaba ese cariño que te falta conmigo.
Ahora tengo celos, y no quiero nada parecido a ellos, te mostrare que podré ser incluso más apuesto que ellos.

-No es que dude de ti... sólo que me resulta inusual...-miento, el estilo es bastante usado y podría funcionar, pero es una premiacion importante en EEUU y debo lucir.

-Si quiere puedo volver a pintarle el cabello...-susurrante decepcionada, me duele verte así, pero es por un bien mayor.

-Pero debe ser un color nuevo, ¿entiendes? Quiero algo innovador, no caer en los viejos colores...Nada de rubio, negro, rojo, ahora que me cambie a azul, lo siguiente debe ser algo único.

-Pero su cabello se verá afectado...-note preocupación en tu voz y me alegre, sentí como rosabas mis hebras con delicadeza y casi casi que ronrone.

-¡No me importa! Puede ser calvo de más viejo - sonreí, de la manera mas sincera que pude, y tu me regalaste una leve risita.

-B-Bueno...Que tal, ¿menta?-propusiste sin dejar de acariciar mi cabello, estabas tentandome a abrazarte sin saberlo.

Un momento...

-¿Menta?-pregunté extrañado.

-Mhm, digo, no es el primero que lo usará en el mundo del espectáculo, pero si que es nuevo para su estilo...podríamos intentarlo...Solo debo decolorar el azul, pondré reflejos rubios y mentolados, seria una mezcla interesante - asegurarte viéndome de arriba a abajo, solo te concentrabas en mi cabellera, pero me bastaba.

-¡Si! ¡Menta será! ¡Quiero el cabello menta!-asegure apartándome de ti, disimulando el leve rubor en mis mejillas, no quiero que veas lo mal que me pones, aun no.

-Así será...-aseguraste, bajandote de la mesa y dirigiéndote a tu cajón de tintes.

-Debes hacerlo para mi antes de la presentación en los angeles...-dije medio confundió, no planeaba pintarme de inmediato.

-No sunbae, yo solo lo atenderé aquí, le cambiare el tinte y en los ángeles otra estilista lo atenderá.

¿Otra chica? Nu uh, eso era una blasfemia.

-No quiero una estilista que no seas tu...-afirme, con un intento de puchero formándose en mi rostro.

Me sonreiste adorable y posaste tus finas manos en mi rostro, apretando levemente mis mejillas, haciendo que mi cara se desfigure, comenzaste a reír un poco mas alto y yo te acompañe.
Soy feliz de poder tener Está confianza, tanto esperar valía la pena.

-Yoon Ji...quiero tenerte siempre serca.

Lo dije lento y seguro, para que escuches con lujo de detalles mi verdad.
Tu sólo sonreiste levemente y en un hilo de voz me confesaste.

-No siempre estaré para usted, no me vuelva necesaria en su vida.

Volviste a sonreírme, esta vez con nostalgia y después de eso te marchaste del camerino.

Me quede pensando en tus palabras, tal vez debía tomarlo en cuenta.