Samanta

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Samanta era una chica ''normal'' de 16 años. Tenía un ''pequeño'' problema de estrés y era un ''poco'' ansiosa. Pero ella reprimía el estrés y la ansiedad haciendo actividades relajantes como leer libros, actividad la cual era su forma de estudio. Cocinar platos sencillos, o su actividad favorita, ayudar a plantar flores en los invernaderos que están cerca de su casa, todas estas actividades las tenía que hacer diariamente para tener un día tranquilo, no asistía a clases pues sus padres no podían pagar un colegio privado donde todo fuera tranquilo, y el ruido de tantos gritos generados en un colegio público, podía hacer que Samanta se estresara demasiado y terminara callando esos gritos... por siempre.

Un día mientras samanta estaba ayudando en el nuevo invernadero de flores, el cual era muy pequeño pues era solo para cierto tipo de flores las cuales necesitan avispas/abejorros para mantener su nutrición, una madre y su hijo fueron a ver todos los tipos de flores que había en el lugar, y entraron al invernadero donde Samanta estaba trabajando. A ella no le molesto, pero le pareció extraño pues aún no se habían sembrado todas las flores. El problema empezó cuando el hijo, resulto ser horriblemente molesto, repitiendo cualquier palabra que supiera casi gritando. Y, en un momento dado, a la madre le llega una llamada, y le dice a su hijo que espere adentro del invernadero, el niño sigue y sigue repitiendo, y ahora que su madre no estaba, pensó que podía gritar todo lo que quisiera.

El también empezó a tocar todo lo que había dentro del invernadero, dándole fuertes golpes a los recipientes. Y su error fue y a molestar a las avispas/abejorros, empezó a intentar golpearlos y tirarlos al suelo. Los abejorros por su parte, fueron a atacar al niño picándole todo su brazo, y aun no satisfechos, se dirigían directamente a él. El ya casi no podía ni mover su brazo, y fue corriendo hasta Samanta, quien estaba ya casi a explotar de ira por culpa del niño, para usarla como escudo.

Los abejorros no les importo quien fuera y la picaron en todo su cuerpo, dejándole bultos horriblemente grandes y dolorosos, ahí fue cuando ella no aguanto más y con las fuerzas que tenía agarro una bolsa donde se ponían las malezas que salían, haciendo un movimiento rápido metió en la bolsa todos los abejorros que pudo, y seguido paso se giró y metió la cabeza del niño en la bolsa. Los abejorros le empezaron a picar a tal punto que su cara parecía que se deformaba, empezaba a botar sangre por la nariz y los ojos. Ya para acabar con la vida del niño. Samanta lo levanto y metió su cabeza en un hueco donde se iba a plantar una de las flores. Seguido paso salió del lugar mientras la madre estaba entretenida hablando con sus amigas por el celular.

Samanta no regreso a casa pues sabía que irían a por ella ya que la mamá recordaría que Samanta era la única además del niño en el invernadero. Y desde entonces no se ha sabido nada mas de Samanta.

SamantaWhere stories live. Discover now