𝑼 𝒏 𝒂 𝒗 𝒂 𝒄 𝒂 𝒑 𝒐 𝒓 𝒕 𝒖 𝒂 𝒎 𝒐 𝒓

«02»

En la hora de receso muchos alumnos salían a aprovechar su descanso, algunos comían, jugaban, otros hacían sus tareas que no hicieron el día anterior y luego estaba Jungkook que se lamentaba ser tan cobarde estando tan cerca de poder hablarle a su platónico, mientras su amigo Yugyeom le consolaba pasándole papel para limpiar sus mocos o le daba algo de su comida en la boca pues según el castaño, estaba muy triste como para comer por el mismo y como buen amigo que es Yugyeom decidió alimentarlo, tampoco es una opción el que su mejor amigo muera a falta de comida.

— Quede como un tonto. — decía al mismo tiempo que tomaba un pañuelo para limpiarse la nariz, ya llevaba varios pañuelos usados y estos estaban esparcidos por la mesa donde se encontraban sentados. — ¿Qué pensará ahora de mi? Seguro y ya no querrá acercarse ni saber de mi existencia.

— Jungkook, él no sabía de tu existencia ni antes ni ahora porque no le has hablado nunca. Apenas ayer te enteraste de él.

— ¡¿Y?! ¡Fue amor a primera vista! Tú no lo entenderías Yugyeom. — su amigo estaba perdido totalmente. Ahora el castaño se tiro contra la mesa dejando su mejilla descansar en la superficie, volteó a ver a su amigo e hizo un adorable puchero a vista de cualquiera, aún teniendo sus ojitos rojos y acuosos de tanto llorar. — Dime, ¿acaso no soy lindo? Tal vez ni siquiera le guste porque no soy lindo.

¿Estaba hablando en serio? Porque esto debe ser una broma, es decir, sólo esta llorando y ya se ve tierno haciendo que le den ganas de abrazarlo y cuidarlo todo el rato, no hay quien no caiga en los encantos de Jungkook, sólo que él no se da mucha cuenta de esto pues se la pasa metido en libros y tareas para mantener su promedio.

No le haría mal ver de vez en cuando a su al rededor y darse cuenta que hay muchas personas detrás suyo queriendo llamar su atención por lo menos unos cuantos segundos. Su amigo debía conocer más personas, salir de vez en cuando a algún lugar fuera de la escuela, su casa y la de Yugyeom, no quiere que su vida sea tan aburrida, necesitaba aventuras, un hobby, cualquier cosa. 

— Jungkook, tú eres más que lindo. Mírate. Ni siquiera te esfuerzas y tienes varias miradas puestas en ti. — contestó Yugyeom tomando de los hombros a su amigo para que este se levantara y dejara su miseria de una vez por todas. — Eres demasiado atractivo y sé que puedes conquistar a Yoongi.

— ¿Hablan de mi hermano?. — ambos chicos pegaron un grito del susto, gracias a la voz que apareció de la nada detrás suyo y los hizo voltearse asustados. — No me enojaré, de hecho tengo algo que decirte Jungkookie.

Los dos amigos se vieron al mismo tiempo con una expresión de confusión y por dentro Jungkook temió por lo peor; como alguna mala noticia sobre el chico del que gusta, algo como que tiene una pareja, que no esta interesado en él, que no le atraen los hombres o incluso que Jimin no lo acepte y lo amenace con alejarse de su rubio hermano mayor.