Len, Reino amarillo, 3 días antes del ataque.
Len iba caminando por el pueblo hacia una florería, ahí se encontró con una amiga, una sobreviviente del reino verde que llevaba ahí hace 5 años, esta chica de cabello verde corto, ondulado y ojos de esmeralda no parecía inmutarse ante la presencia del rubio de cara bonita y ojos color de cielo – me gustaría un ramo de 14 rosas amarillas- dijo Len con una ligera sonrisa y ella lo miro totalmente inexpresiva -¿lo pides por tu cuenta o es que la bruja con corona te mando?- dijo ella en un tono neutral.
-Gumi- dijo el acercándose a ella hasta acariciarle el rostro tiernamente haciendo que esta se sonrojara -¿Qué es lo que deseas escuchar si ambas respuestas te hieren?- dijo el sonriendo dulcemente – si, hace tiempo que me di cuenta que te gusto, mas no puedo corresponderte, una chica murió con mi corazón en sus manos- dijo mientras se le borraba la sonrisa –y hasta hoy no he podido asimilarlo, estoy enamorado de una muerta-añadió.
Ella con lagrimas en sus ojos, tomo la catorcena de rosas amarillas poniéndolas en brazos del que la miraba desconcertado -¡pues bien! ¡quédate con la bruja con corona o con el fantasma de esa chica! Ya nisiquiera me importa- dijo la ojiverde casi a punto de llanto –Gumi no quiero que...- ella lo beso impulsiva mente corriendosele varias lagrimas en su rostro –anda, vete con la princesa, tarde o temprano su reinado de terror terminara- contesto mirándolo resentida y el se fue un tanto consternado por las palabras de su amiga.
Rin, Palacio amarillo, 3 días antes del ataque.
Rin estaba en la sala del parlamento con los 14 parlamentarios, de los cuales el décimo era el primer ministro de dicho reino ella lleva un semblante de confianza en si misma, rasgo que a los parlamentarios les causaba mucha admiración hacia ella.
-Bien caballeros ¿Qué noticias me traen del reino?-dijo sonriente.
-no muy buenas mi lady- dijo uno de los parlamentarios.
-¡habla! ¡que me dejas intrigada!-respondió ella.
- se habla de revolución en las calles,los que sobrevivieron del Reino Verde quieren vengar a su princesa- dijo otro.
-y lo mismo el príncipe de Azul- dijo otro.
- caballeros, el castillo es impenetrable con todo el regimiento cuidándolo, estamos seguros aquí, pero yo mas por que mi fiel sirviente me cuida casi a todas horas- dijo con esa sonrisa de confianza típica de ella.
-perdón por mi pregunta su alteza- dijo el primer ministro -¿Cómo puede confiar usted en un sirviente que conoció hace apenas 5 años?-pregunto el extrañado.
-No lo se, pero desde que lo conocí me inspiro tanta confianza, ese niño es mi confidente y hace todo contal de sacarme una sonrisa- dijo ella sonriendo –eso sin contar con que me dio la mayor prueba de su lealtad, puesto que iba con ustedes al ataque al reino verde y fue el quien le dio muerte a la princesa- añadió contenta.
Len, Puerto del Reino, 2 días antes del ataque.
Len se encontró en el muelle a un viejo amigo suyo, un joven de larga cabellera morada de nombre Gakupo, este estaba enterado de los planes del pueblo, de la revolución que se planeaba hacer, creyendo este que Len sabia de los planes del pueblo le pregunto –Len ¿Qué harás después de librarte de la princesa?-.
-¿librarme de la princesa? ¿a que te refieres Gakupo?-dijo un tanto extrañado,
-¿no lo sabes? Creí que ya lo sabias puesto que vives aquí-comento el lacayo de cabello morado.
-¿Qué es lo que debo saber?-pregunto el rubio.
-todo tu reino hará una revolución, van a derrocar a la princesa, ya lo tienen todo preparado- dijo neutral el pelimorado.
-Gakupo ¿sigue en pie tu oferta de regalarme la casa en el reino azul?-pregunto el rubio.
-si, te la doy con todo- contesto el pelimorado.
-cuando salga el barco me iré contigo y me llevare un caballo-dijo Len.
-esta bien, pronto seras libre- dijo el pelimorado.
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La hija y el sirviente de mal: tomando las riendas del destino
Фанфикtodo el pueblo esta maquinando la revolución para derrocar a la princesa Rin, Len su fiel sirviente, planea su fuga, mas lo que el tiene planeado podría ser o ser cambiado