Oh pequeña, que daño me haces

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De camino a casa iba con una sonrisa de idiota, estaba feliz.

Te conocí y nada podía arruinarlo, nada escepto tu misma.

Mientras iba caminando por la calle con los audífonos y la música alta, mire hacia el parque.

Hay estas tu, sonriendo.

Mi corazón se aceleró, las manos me sudaron, me quite los audífonos y caminé decidido hacía ti, pero una vez más me pare en secó.

El, ese chico reía contigo y de repente te robó un beso, tenía la esperanza de te quitarás pero no fue así, se lo devolviste.

El corazón se me apachurro, me di la vuelta destrozado.

¿Por qué?, ¿Por qué pequeña?, Todo iba tan bien, por qué tenías que lastimarte así.

Al llegar a mi casa, un exquisito aroma llago hasta mi nariz, caminé hasta la cocina, Teté prepararo sus increíbles galletas.

-Oh, mi niño, llegaste- me resivio con una sonrisa que sólo las abuelas son capaces de regalar.
-Hola Teté- le sonreí, desde niño le he llamado así, vivo con ella desde los 8 años; mis padres murieron en un accidente automovilístico en la carretera, desde entonces sólo somos ella y yo.
Teté me da un beso en la mejilla.

- ¿Qué tal el trabajó?- me pregunta mientras saca del horno una charola con sus galletas de arándano.

-Aburrido y cansado, como siempre- le contestó, sentandome en uno de los banquillos altos de la cocina.

-No se por que trabajas, con lo que tu abuelo nos dejó y la herencia de tus padres, no hace falta que trabajes.- me extiende una galleta, la tomó y me la llevó a la boca.

-Teté, ya hablamos de esto, no lo hago por el dinero - ella me mira con gracia- no quiero quedarme todas las vacaciones en mi habitación.

Me abuela me voltea los ojos, le sonrió por en verdad se ve graciosa cuando hace eso.

-Primero, no hables con la boca llena, la gente va a pensar que no tienes abuela- río ante su comentario- Y segunda- continúa , con su mano derecha sobre su cintura- sal cariño, diviértete, conoce personas, fuma hierva, ten sexo, vive Ademir.- Termina y toma una de sus galletas, le sonrió y niego con la cabeza.

-Ninguna Abuela le pide a su nieto que fume y tenga sexo.- digo sonriendo y poniéndome de pié.

-Con mayor razón, aprovecha que esta abuela si te lo permite.- contesta sonriendo, mi abuela camina hacia a mi y me toma de los brazos- Enamórate Ademir, yo no estaré aquí mucho tiempo, quiero verte feliz a lado de una hermosa chica.- me abrazo y se lo devolví.

-Estas loca Teté, pero te amo.- me sonríe y regresa a la cocina, me doy la vuelta y camino hacia las escaleras para ir a mi habitación.

- La cena esta casí lista.- escuche a mi abuela mientras subo las escaleras.

- Bajo en un minuto- entró a mi habitación, dejó mis cosas ena día del escritorio, y me recuesto en la cama.

"Enamórate Ademir..."

Las palabras de Teté resuenan en mi cabeza.

Oh pequeña, que daño me haces.

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2019 ⏰

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