Capítulo 1.

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Jake

Hoy es puto lunes. Y no digo puto lunes por el simple hecho de que sea lunes, aunque también. Digo puto lunes porque el sábado, que era mi día, también fue un puto sábado.

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-Pero ¿porqué quieres dejarlo? Si estamos bien juntos y somos los más populares del instituto.

-Lo siento Jack pero es que ya no siento lo mismo.

-¿Has conocido a otro, no?

-Sí, es universitario. Y si te digo quien es te mueres de envidia, sus padres son los dueños de varios hoteles que hay en las Islas Maldivas.- dijo mirando sus uñas como si fuese lo más interesante del mundo.

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La había perdido, y ella se había ido con alguien con más dinero. Pero al fin y al cabo siempre pensé que estaba conmigo por el dinero que tenía mi madre. Aunque no la culpo, yo también era tachado de adjetivos como "mujeriego", "insensible", o "materialista", lo cual era verdad a medias. Pensando en esto bajo a la cocina para desayunar, allí me encuentro con mi madre.

-Ya era hora hijo, se te va a hacer tarde. ¿Esta noche viene Clara?

-Me quedé dormido, perdona. Y no mamá, ella y yo ya no estamos juntos.

En ese momento a mi madre le cambió la cara, se alegró de ello aun que intentaba disimularlo. Se que a ella nunca le había caído bien Clara pero había fingido que la quería para así no hacerme daño.

-Bueno hijo, no te preocupes. Encontrarás a alguien mejor.

Estaba saliendo de casa, para entrar al coche. Y una vez dentro de este veo como mi vecina Samantha sale por la puerta delantera de su casa. Nunca me he llevado bien con ella, la veo una chica muy aburrida y simple. Siempre va con ropa holgada, sus gafas que parecían del año de la polca, y su bolso que parecía de hace 10 años atrás. Ella era la más inteligente de todo el instituto, siempre que la veía estaba leyendo un libro y alguna ves que otra, hablando con su única amiga. En fin, un ratón de biblioteca en toda regla.

-Ey Brocks, ¿quieres que te lleve?

-Ni en tus mejores sueños Johnson.

-No soñaba contigo a los 10 años, mucho menos lo haré ahora.

La única respuesta que obtuve fue su dedo corazón alzado hacia mi. Molestar a Johnson por las mañanas siempre me ponía de buen humor.

En el instituto, nada más bajar del coche noté como todos me miraban, cuchicheaban y otros se reían. Imbéciles, no sabían nada y sin embargo los rumores ya habían empezado.

Una vez estaba en mi taquilla, veo como se acerca a mi.

-Hermano, ¿es verdad lo que dicen?

-Cállate, estoy arto de escuchar murmullos a cada paso que doy. Siento que les voy a romper la cara en pocos segundos.

-Relájate, piensa que La SuperBoll es este viernes. Te conseguiremos alguna, al fin y al cabo el rey vuelve a estar libre y dispuesto para las nenas.

El día pasa más lento de lo normal, y más estresante aún debido que no dejo de escuchar susurros por donde paso. Lo único bueno es que hoy tengo prácticas de fútbol, y me puedo desfogar.

Una vez en el campo, mis compañeros me empiezan a molestar preguntando si es verdad que ahora el rey ha vuelto. Lo único bueno que tengo es que la mayoría de ellos, no se burlan de mí por el hecho de que Clara me haya dejado por otro. Sino todo lo contrario, pues me animaban a conseguir a algunas chicas en la fiesta del viernes. Me empiezan a decir algunas chicas que estarían dispuestas a estar conmigo, y la verdad que eran bastantes. Pero cuando más agustos estábamos hablando llegó el entrenador y nos mandó a hacer la rutina de siempre para calentar.

Al acabar el entrenamiento me siento agotado, por lo que les digo que no voy a ir al bar donde siempre nos reunimos a los chicos, y me voy directo a casa.

Una vez allí me voy directamente a ducharme, ya que después de varias horas de entrenamiento, lo necesitaba. Al bajar a la cocina me encuentro con mi madre, pero veo que va vestida con el traje de enfermera del hospital por lo que deduzco que se va a trabajar en su día libre. Es una de las mejores cirujanas de la comunidad, por lo que muchas veces la llaman para que vaya a una operación de urgencia.

-¿Te vas?

-Sí cariño, es una operación delicada y me han llamado para que vaya. Tienes la cena en la mesa, por favor cuando acabes recoges todo y sacas al perro, sino ya sabes que toca después.

-Pero no tardarás mucho, ¿no? Tranquila mamá luego lo saco.

-Es una operación del corazón, si tengo suerte vengo mañana antes de que te vayas. Que no se te olvide sacar a pasear al perro. Hazlo antes de que pase el camión de la basura, no olvides lo que pasó la otra vez.

Tras decirme esto, oigo como se cierra la puerta principal, que quiere decir que me he quedado solo. Aun que eso no es ninguna novedad, siempre hemos sido solo mi madre y yo, desde que ese miserable nos abandonó cuando yo tenia 8 años. Pero había veces como hoy, que solo era yo. Con estos pensamientos me dirijo a la cocina, enciendo la tele y me pongo a cenar. Para cuando he querido acabar, y acordarme de que tenía que sacar al perro ya eran casi las diez y cuarto. Con suerte alomejor me da tiempo a sacarlo sin tener que cruzarme al camión de la basura. Aún así, salgo rápido para poder terminar con la tarea pronto. Volviendo a mi casa escucho el motor de un coche acercándose, por lo que decido esperarme para ver si es el camión de la basura.No quiero que Cliford, salga corriendo otra vez detrás de este. Pero para mi sorpresa, veo a un coche de ultima generación acercarse a la casa de mi querida vecina con las luces apagadas. Me escondo un poco para que no me vean, y espero a ver si pasa algo porque la verdad es que estoy bastante intrigado. En ese momento veo como una chica con el pelo suelto y liso sale de la casa cerrando la puerta muy despacio. Desde donde estoy yo, solo puedo ver que la chica es alta, con buen cuerpo. Lleva puesto un top que no le llega al ombligo, dejando al descubierto su abdomen plano. Además de una camisa abierta que se echaba hacia atrás debido al poco aire que había. Llevaba unos pantalones de cintura alta que se ajustaba a sus curvas, y unos tacones que la hacían ver aun más alta. Además de una máscara que tapaba parte de su cara. En definitiva, una chica muy sexi y eso sin hablar de sus labios perfectamente pintados de color vino. Estaba tan embobado viendo a esa chica que había aflojado el agarre de la correa de Cliford y había salido corriendo hacia esa chica. Lo veo temiendo que vaya a morderla o simplemente a hacerle daño, pero para mi sorpresa veo que solo intenta jugar con ella. Ese gesto me sorprende, ya que no lo suele hacer con desconocidos. Veo como ella se agacha y le da unos pequeños mimos. Escucho el sonido de un claxon y giro mi cabeza hacia el coche del cual provenía el ruido. Se ve que esa chica llevaba prisa. Vuelvo a mirar hacia mi perro, escucho como ella le rasca un poco más la barriga y se despide diciéndole que debe entrar antes de que yo me diera cuenta. Otro acto más que me sorprende, pues esa chica se sabe el nombre de mi perro y el mío. Cuando intenta levantarse para irse veo como Cliford no la deja y acaba arañándola en la pierna, pero ella no se para y sigue caminando hacia el coche.

Pero no es hasta que llega a mitad del camino cuando me doy cuenta de quien es, pues si no la conociese de toda la vida nunca me hubiese dado cuenta de quien es. Pero ahí estaba ella, esa chica a la que yo acababa de calificar como sexy, se parecía mucho a Samantha. Pero no podía ser ella, ella es completamente distinta. No podía estar seguro pues la máscara tapaba parte de su cara. Y aunque fuese ella, la gran pregunta es ¿Donde iría ella así vestida? ¿y a donde iría un lunes por la noche habiendo mañana instituto?

Bajo tus reglas [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora