La Flor

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LA flor, ante tal decepción y desesperación,

comenzó a humedecer la tierra donde yacía

con lágrimas en formas de semillas

que caían en la tierra sagrada,

esperando así con ilusión

la germinación de un nuevo compañero,

para de esa forma no sentirse sola.


Y aunque el árbol y la tierra estaban allí,

siempre para ella,

esta no conseguía consuelo,

porque jamas seria igual

la compañía de un ser

de su misma especie.


Ante tal tristeza,

se desprendió uno de sus pétalos

y cayó justo al lado de la hoja ya marchita,

para acompañarlo siempre.


Un pétalo que nunca mas creció,

y ese vació en su castaña melena enrulada,

le recordaría siempre,

que parte de ella, se había ido con su compañero tan anhelado.

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