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Llanto

Había empezado a derramar lágrimas, no lo podía controlar, sentía miedo, se sentía desprotegido, al igual que cuando perdió a sus padres.

De repente, escucho una voz familiar.

¡Oigan! ¡Dejenlo en paz!

Levanto la mirada y la dirigió a la cara a aquella persona que se acercaba, la cual sabía quien era. Una chica, de nombre Peggy Schuyler, es compañera de ella en su curso, no hablaban mucho pero si trataban bien cuando lo hacían.

Aquella chica morocha se acercó hasta ponerse en frente de los 3 chicos, dejando a Hamilton detrás para protegerlo, empezó a mirarles enfadada. —Así que, ahora es gracioso molestar a los demás, y aún más con temas de seriedad. Por dios, maduren de una vez, ustedes 3 parecen los pedazos de idiotas.— De verdad estaba enojada, odiaba ver que esos 3 estén molestando a cada rato a cada persona que ven pasar, no lo soportaba.

Aquel trío también se enfado, pero no iban a hacer nada en contra de una chica, así que el de rizos miro a Hamilton por última vez. —Esto no termina aquí, Hamilton.— Dejándole esa advertencia, los 3 chicos se fueron caminando sin nada más que decir.

—Muchas g-gracias, P-peggy.— Dijo el chico al ver que el grupo se iba. —No se que hubiera hecho sin ti.— Le sonrió y empezó a secarse las lágrimas, también sus mejillas se tornaron rojas en ese momento por la vergüenza al darse cuenta de que había llorado, y más en frente de ella.

—No tienes porque agradecerle niño, ya estoy arta de que Jefferson, Burr y Madison molesten a todo el mundo.— Se cruzó de brazos con una pequeña expresión de enojo, pero luego accedió a preguntar. —No te lastimaron, ¿o si?— Volvió a preocuparse. —Oh no, para nada, n-no me hicieron nada más que amenazarme.— Respondió el de cabellos castaños, aunque el lo interpretó como una pregunta sobre si lo lastimaron físicamente, porque eso no lo hicieron, si lo lastimaron, pero emocionalmente.

Luego terminaron despidiéndose y cada uno a su hogar de dirigió, desde ese día Alex empezó a tener más confianza en Peggy y comenzó a considerarla como amiga, y esos fueron sus pensamientos en el transcurso de la mitad del camino, porque en la otra mitad siguió pensando, pero esta vez en las personas que lo habían molestado.

—Jefferson, Burr y Madison... No había oído de ellos antes.—

...

—¿Te sucedió algo? Te tocas bastante la cabeza, ¿Te han golpeado ahí?— Habló el de ojos verde, recostado en la cama, tapado por bastantes sabanas para combatir el frío, ya que tenía temperatura alta.

—¿A-a mi? N-no, yo estoy bien, hoy tuve un día normal en la escuela, no te preocupes.— Intentando excusarse, no quería contarle lo que verdaderamente paso, no quería hacerle preocupar.

—No es momento de mentiras, Alex.— Tosio un poco y siguió hablando. —¿Porque no quieres contarme?—

—N-no te miento, hoy tuve un día normal en la escuela, fue mi culpa lo del golpe, ya que venía caminado y...— No encontraba una excusa.

(De verdad no se me ocurrió ninguna xdd, mi vida es muy triste:(( ).

—¿Y?— El de rulos ya se estaba cansando.

—Buen-no... Quizá si me golpearon un poco en el colegio...— Contó en voz baja. —P-pero no me duele, lo juro, no te preocupes, fue por un descuido mío, estoy bien.—

—O me cuentas toda la verdad o le cuento a mamá.— Balbuceo el de la cama.

—B-bien...— Dirigió su mirada hacia el suelo.

El pecoso suspiro e hizo una seña al caribeño para que venga a recostarse a su lado, así poder charlar mejor, a lo que el más pequeño aceptó, e hizo lo que le pidió.

Cuando Alex pudo terminar de acomodarse siguio sin mirarle a la cara, pero aún así buscaba consuelo en el.

—Me molestaron... P-porque descubrieron que... S-soy huérfano...— Se mostraba decaído, estaban casi abrazados. A ellos no les molestaba estar así, al revés, les gustaba, les agradaba, ya que sentian que de ayudaban el uno al otro.

—Oh... Por eso es... P-pero, ¿Te golpearon?— Su voz se hizo un poco más temblorosa, ya que le preocupaba que le hayan hecho daño físico.

—Tan solo m-me empujaron contra el casillero, p-pero aún así, d-duele un poco.— Cerro los ojos para intentar sentirse mejor.

Soltó un suspiro de tranquilidad. —¿Quieres decirme quienes fueron?— Comenzó a acariciar el cabello del contrario con su mano para intentar tranquilizarlo y así poder seguir charlando.

—Nunca había oído de ellos, fueron Burr, Madison y Jefferson, ¿Tu los conoces?— Comenzaba a oírse más tranquilo, ya no tenía miedo, además las caricias le hacian sentir mejor.

A Alex le agradan las caricias.

—Los conozco muy poco la verdad.— Tomó el mentón del oji-negro e hizo que le mirara. —Me alegra que no te hayan hecho daño.— Le mostro una calidad sonrisa, a lo que el de pelo negro respondió con un pequeño sonrojo y con otra sonrisa, para así luego abrazarlo con cariño.

Laurens era el fuerte de Alex.

Sin él, Alex no es feliz.

Fue muy corto :((.

Es que son las 00:14 de la noche y debo dormir, mañana tengo escuela temprano y ya quería actualizar ;;.

Yo solita me buscó las cosas ahre.

-Sakari.

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⏰ Última actualización: Sep 19, 2019 ⏰

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