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Lágrimas

Había lágrimas por parte de Henry y Eleanor, ya que les había llegado la noticia, por parte de dos oficiales de policia, de que el avión donde viajaban James y Rachel, padres de Alexander, se había estrellado, y todos, absolutamente todos los pasajeros habían fallecido en el accidente.

Ellos aún no podían creerlo, y lo peor, ¿como se lo contarían a Alex? Agradecieron a los policías por la informacion y estos se marcharon. Ellos no tenían problema en que el de cabellos negros se quede a vivir con ellos ya que no tenía ningún otro familiar que pudiera cuidarlo, pero lo más difícil sería contarle, así que decidieron guardar la verdad con otras mentiras hasta que puedan contárselo.

Pasaron 2 semanas después de la noticia, era de mañana y Eleonora estaba tranquila en la cocina preparando el desayuno.

—O-oye, tía...— La mujer se sobresaltos un poco, pues le hablaron de la nada, aunque había reconocido la voz al instante, así que se volteo para ver al peli-negro detrás de ella, parecía recién levantado, ya que estaba despeinado, aun en pijama y frotándose un ojo.

—Dime, Alex.— Dejo lo que están haciendo por un momento y se acercó al pequeño para agacharse delante de el y escuchar atenta lo que quería decirle.

—E-es que, quería saber si falta mucho para que vuelvan papa y mamá.— El niño bajo un poco la mirada, ya que Les extrañaba muchísimo y ya había pasado más del tiempo acordado que ke había dicho su madre.

Eleonora se empezó a sentir nerviosa, ya que no sabía si decirle la verdad o no, ya no podía ocultarlo, tenía que darse cuenta de una forma mala o buena, así que prosigio a contarle. —Te lo diré, pero primero dile a Laurens que baje, también quiero decirle a él.— Le sonrió para que no trate de sospechar nada. El de orbes marrones solo asintió y fue corriendo al cuarto de su compañero para decirle.

Ella solo se levanto y fue a la sala de estar para sentarse en el sillón y contarles ahi.

Luego de unos cuantos minutos bajaron los dos niños y buscaron a la chica, al encontrarla en la sala de estar solo se dirigieron hacia ella y se sentaron en frente de ella.

—Así que, aquí estamos.— Dijo Alex, ya no tan dormido.

—S-si, bueno...— Intentaba calmarse a si misma y pensar bien para poder soltar las palabras indicadas, dio un suspiro y accedió a contar. —Lamento decirlo pero, tus padres no volverán...— Intentaba desviar la mirada un poco, ya que tenia como un nudo en la garganta. —N-no volverán, porque en el avión d-donde iban, f-fallo y... Y...— Terminó por romper en llanto ella primero, y los pequeños, pues, el de Iris verde tanbien le habían empezado a brotar algunas lágrimas, ya que el también quería a aquellas dos personas, pero el caribeño, ese niño estaba en shock, nunca pensó que podría pasar eso, había entendido lo que le había explicado su tía, y de repente se le vino a la cabeza la imagen de su madre diciéndole "Seran solo dos semanas, te lo prometo."

No pudo cumplir su promesa.

Con una mirada perdida, lágrimas comenzaron a caer. Ahora era totalmente huérfano, ya no tenía padres, o al menos las dos persona que amaba más en ese mundo.

—L-lo siento mucho...— Abrazo a los dos niños para intentar tranquilizarlos, aunque claro, si no se tranquilisaba ella primero no iba a lograr nada. Los dos niños correspondieron, aunque Alex un poco más tarde. Terminaron todos arrodillados en el piso llorando y abrazados.