Amor entre rosas

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-Puedes llevarle una de
tus hermosas rosas a
aquella linda chica?-La
pelinegra le preguntaba
muy decidida al florista,
señalando con su dedo
disimuladamente a una
chica morena que se
encontraba sentada en
una de las bancas del
gran parque.

-Si señorita-Respondió
el joven castaño sonriente.

Lauren,quién había
quedado flechada por
la belleza de la otra chica,
celebró internamente.

-Le digo quién se la
envía?-Lauren negó
rápidamente.

Él joven asintió y fue
directamente hacía la
hermosa morena,quién
estaba muy concentrada
leyendo un libro.

Lauren se acercó
sigilosamente,simulando
ser una persona ocupada
con su teléfono.

-Buenas tardes-Dijo el
chico sonriendo amablemente.
-Aquí le envían esta
hermosa rosa-La chica
puso a un lado su libro,
y vio al chico algo
confundida.

-Quién me la envía?-
Preguntó,tomando
lentamente la rosa.

-Es una persona anónima
señorita,que tenga una
linda tarde-Una vez más
sonrió amablemente el
chico,alejándose.

Lauren veía atentamente
a la otra chica,la cuál
estaba aspirando el
aroma de la rosa,cerrando
sus ojos por tan dulce
esencia.

Por alguna razón eso
motivó a la chica,y
sonrió involuntariamente.
Haciendo que el pobre
corazón de Lauren
saltara.

Un sentimiento
indescriptible se
formó en Lauren.

Suspirando de amor,
decidió irse,no sin antes
ver una vez más a la
hermosa chica.

Al día siguiente como
siempre,Lauren pasaba
como era de costumbre por
el parque,directo a su
trabajo.

Se sorprendió cuando vió
a la chica,sentada en la
misma banca con un café
humeante y su libro.

Su ceño se podía ver un
poco fruncido,de tanta
concentración que le ponía
a su libro.
Lauren no esperó más y
fue rápidamente hacía
el chico de las flores.

Pidiéndole lo mismo que
el día anterior.
-Buenos días-El chico se
volteó y devolvió el amable
gesto.

-Podrías...llevarle otra de
tus hermosas rosas,a la
chica que está allá?-El
florista sonrió asintiendo.
Lauren sonrió grandemente.
-Gracias,no le digas quién
se la envía-Volvió a asentir
y cogió la rosa,se acercó
hacia la chica,quién una
vez más vio confundida al
chico.

La tomó,sonriendo,
aspirando nuevamente el
dulce aroma.

Lauren sonrió.
Pero su sonrisa se desvaneció
cuando se dió cuenta que
se le hacia tarde para el
trabajo.

La pelinegra suspiraba,
su mente se veía interrumpida
por cierta chica,la cual
apenas había visto un día
atrás.

Tomaba un sorbo de su
café,mientras veía la pila
de papeles que tenía
enfrente.

Hoy,el trabajo parecía
una total pesadilla.
Pero ni con el demasiado
trabajo que tenía por
delante,se podía esfumar
la hermosa chica de su
mente.

Un día más,un día menos.
Todo pasaba tan rápido.
Lauren salia exhausta de
su oficina,se podía notar
a pocos kilómetros el
descanso que necesitaba.

Aún así su sonrisa no se
borraba,las pocas personas
que quedaban en la gran
empresa,le hacian un gesto
de despedida.

Mientras iba camino a su
casa,no pudo evitar sonreir
al pensar en la chica a la
cual le había enviado una
rosa anónimamente.

CAMREN one shots | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora