Se abrió el portón de la mansión Smith, con la llegada del coche de los Ardlay. Candy estaba impresionada por el hermoso paisaje lleno de árboles, algunos podados se asemejaban a diversos animales. Tenían aves exóticas por los jardines, pavos reales, cisnes y flamingos en una fuente artificial en medio de la propiedad. La tía Elroy le pidió a Annie que le sugiriera a Candy simpatizar con alguno de los hermanos Smith.
—Candy ¡mira esta hermosa mansión! sé que en la familia Smith hay dos hermanos los cuáles están solteros y sin compromisos, dicen que son muy atractivos, quiero que simpatices con alguno de ellos, ya me imagino visitándote aquí si te conviertes en la dueña de este lugar. —expresó Annie.
A Archie no le gustó para nada el comentario de su novia así que la reprendió diciendo—: Annie, por favor no digas esas tonterías, Candy no se impresiona por ningún caballero sólo por su dinero, el que gane su corazón será un hombre bondadoso, así como ella.
—Annie, te ruego que no hagas este tipo de comentarios en presencia de los Smith. —le pidió Albert frunciendo el ceño.
Annie se quedó un poco avergonzada porque tanto su novio como su tío le llamaron la atención.
Al bajar del coche, abrieron la puerta principal de la residencia, el mayordomo guio a los Ardlay hacia el salón, donde los esperaban ansiosos los Smith, la tía Elroy y George salvo lady Elizabeth la cuál haría su fastuosa presentación cuando todos estuvieran presentes. Entraron al salón, Candy y Annie quedaron en medio de los dos caballeros, Archie sujetándole el brazo a su novia, y Albert el de Candy, inclinaron sus cabezas en señal de saludo; los hermanos Smith contemplaron a Candy, Timothy la desnudaba con la mirada, mientras Mathew le daba una cálida sonrisa. Gabriel el padre de ambos reaccionó diciendo—: ¡Acérquense jóvenes! tomen asiento.
Los hermanos Smith se pararon en señal de respeto, por la llegada de las damas, había un sofá vacío tapizado en piel. Timothy alcanzó a Candy diciendo—: William permíteme escoltar a tu hija. — Albert inexpresivo le cedió la mano de Candy, Timothy la guio quedando en medio de los hermanos Smith, Mathew la besó en la mano en señal de admiración. Archie y Annie tomaron el lugar que les señalaron sus anfitriones. A Albert le indicaron que se sentara en un sillón que estaba junto a otro, el cuál sería el lugar de lady Smith. La Sra. Jennifer Smith estudiaba a Candy con la mirada lo mismo que su esposo.
—Es muy hermosa tu hija William, espero que esta sea la primera de muchas visitas que hagan a nuestra casa —comentó Gabriel. Albert esbozó una sonrisa forzada en su rostro.
—Es hora de traerle a su prometida, William —dijo la señora Smith. Candy al oír esas palabras sintió que se le detenía el corazón, tocaron la campanita y un sirviente se acercó a recibir instrucciones.
—Dígale a Elizabeth que se presente en el salón, ya la estamos esperando— ordenó Jennifer. El sirviente fue a buscar a la señorita Smith. Empezó la conversación entre los anfitriones e invitados. Timothy y Mathew demandaban la atención de Candy, mientras Albert atendía al Sr. Smith miraba de reojo las expresiones que su amada hacía al platicar con los Smith, de pronto se abrió la puerta del salón e hizo su aparición la señorita Elizabeth Smith todos los caballeros se pusieron de pie, Candy la contempló, llevaba puesto un hermoso vestido color crema, estampado con hermosas flores de colores pasteles, era una mujer muy hermosa de ojos azules, con joyas ostentosas, Albert no tuvo más remedio que alcanzarla para mostrar su caballerosidad dándole un beso en la mano, enseguida la guio para presentarle a Candy. Ambas mujeres quedaron frente a frente mirándose a los ojos.
—Liz, te presento a mi protegida la señorita Candy White, Candy ella es mi prometida la señorita Elizabeth Smith —dijo Albert. Candy vio que Elizabeth tenía un semblante amable. —le sonrió diciendo—: me da gusto conocerla señorita Elizabeth, es muy bonita.
