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Capítulo tres

iii: aguacate y pataditas.

♥︎

Taeyong se encontraba recostado junto a su omega en uno de los sillones en la sala. Ambos veían una películas favoritas del menor, Aladdín.

—Tae~ -Habló Jaehyun cerca de su oído.

—¿Qué pasa amor?

—Tengo un antojo. -El omega le miró con sus ojitos de cachorro y un puchero en sus labios.

—¿Qué desea mi príncipe?

—¡Pollo frito con aguacate encima! -Respondió el omega.

Sin más, el alfa se levantó del el sillón y camino en dirección a la cocina, en donde se puso manos a la obra. Después de un rato terminó la comida y la sirvió de manera linda en unos platos. Siempre intentaba decorar la comida que se le antojaba a su esposo, así a pesar de ser una combinación rara de comida se vería comestible.

—¡Amor, ven a comer! -Gritó desde la cocina.

El omega no tardo en entrar a la cocina.

—Huele muy rico. -Los ojos de omega brillaron al ver la comida servida en la mesa.

—Lo hice con mucho amor para mis dos príncipes. -Acarició suavemente la ya más notoria pancita del omega.

—¡Oh por dios! -El gritito del omega alarmó a el alfa.

—¿Qué sucede amor? ¿Te duele algo? -Pregunto el alfa algo asustado.

El omega solo tomó la mano del alfa poniéndola de nuevo sobre su vientre.

—Podrías hablar de nuevo. -Dijo.

—¿Qué dijo? -Preguntó.

—Háblale al bebé.

—Uh. Esta bien. - Se puso de cuclillas cerca de la pancita de su esposo. -Hola Nana, soy papá -Los ojos del alfa se llenaron de lágrimas al sentir a el cachorro moverse.

—Lo sientes. -Taeyong asintió.

_Lo hago. -Sus lágrimas seguían saliendo. -Gracias Jaehyun. -Dejó un beso sobre su pancita y luego beso sus labios.

—No tienes nada que agradecer. -El omega se abrazo a él.

Taeyong enseguida correspondió el abrazo, sientendose cálido, en su pequeño abrazo familiar. No cambiaría eso por nada.

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