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Capítulo diez

x: el nacimiento de Nana.

Las manos de Taeyong temblaban. No le gustaban los hospitales, el olor a medicamentos y de los demás lo aturdian. En este momento solo necesitaba el olor a duraznos de su omega, saber que el se encontraba bien, no importaba nada en este momento, solo su pequeña familia.

—Taeyong, espera. -Doyoung intentaba seguir sus rápidos pasos. Mark sostenían las manos de su papá, intentado no caer por lo rápido que su padre caminaba, ni tampoco soltar la mano de Jeno quien sostenía la de Renjun quien por su parte sostenía la de Yukhei. Todos en filita intentado no soltarse y perderse.

Taeyong hizo caso omiso y siguió caminando hasta encontrar a Ten.

—¿Dónde demonios está? -Tomó fuertemente al omega por los hombros.

Ten se quedo paralizado, las palabras se quedaron atrapadas en su garganta mientras las lágrimas bañaban sus mejillas. Taeyong estaba muy enojado.

—No lo volveré a repetir, ¿dónde esta mi esposo?

—Te-terapia intensiva. -Logro decir.

—Se supone que lo cuidarías, esa es tu manera de cuidarlo. - Su agarré se hizo más fuerte. Sus ojos estaban rojos de ira. 

—Taeyong suéltalo. -Doyoung intervino. Los niños, junto a los otros tres omegas estaban asustados. Taeyong podía ser uno de los alfas más cariñosos, pero cuando se enojaba podía parecerse al mismo diablo.

—Lo siento tae, lo siento mucho. - Ten se sentía sumamente culpable. Había sido su ida ir a ese lugar.

Taeyong lo ignoró y caminó hacía donde su lobo le indicaba, una omega vestida de enfermera le pidió que no entrará, pero la ignoró y siguió caminando hasta llegar frente a la habitación, detrás del cristal pudo ver a su omega, conectado a varios cables y con unas vendas alrededor de su cabeza. Su lobo comenzó a rasguñar su interior, llorando al ver a su omega en ese estado, si tan solo no hubiera dejado ir, estarían recostados en su cama, viendo un drama y comiendo. Golpeó su frente contra el cristal sin dejar de mirar a su esposo.

Sin importarle nada entró a la habitación y se acercó hasta el cuerpo de Jaehyun. Tomó las pálidas manos de su omega entre las suyas. Encajaban perfectamente.

—No te puedes ir, amor. -Sollozó -Tú lo prometiste, dijiste que. estaríamos juntos, siempre. -Beso el dorso de la mano de Jaehyun. -Lo prometiste. -Más lágrimas salieron de sus ojos bañando su rostro.

—Tae...- Doyoung entró a la habitación. -Tienes que salir, no podemos estar aquí. Después podras venir a verlo. Él despertará, Jae es un omega fuerte.

Taeyong dejó que Doyoung lo sacará de la habitación, y lo dejará en una sillas, ya no tenía fuerzas para pelear con él. Winwin se acercó a él, tenía los ojos rojos por el llanto.

—Él estará bien hyung. Jaehyun es muy fuerte. Pudo proteger y dar a luz a un bebé sano...

—Nana...-Interrumpió a sicheng y volvió a salir corriendo. Doyoung negó y nuevamente volvió a salir corriendo detrás de él.

El alfa pelirojo corrió hasta el area de los cuneros y buscó con la mirada a su cachorro, lo encontró, era un poco más pequeño que los demás, envuelto en una mantita amarillas, tenía conectado algunos cables, sus ojos se encontraban cerrados, Taeyon se soltó a llorar nuevamente. Era tan bonito.

—Nana, -Murmuró casi sin fuerzas. -Papi estará pronto aquí, con nosotros, para cuidarte. - Limpió sus lágrimas. Tenía que ser fuerte. Por Nana, y por Jaehyun. -Él lo prometió, y papi siempre cumple sus promesa.

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