Seguramente este mensaje nunca lo recibas porque sigo bloqueada. Sólo escribo esto porque no tuve la oportunidad de desahogarme contigo, y siento que tengo que decírtelo. A veces me pregunto si de nunca haberte dicho nada de lo que me enteré y hubiera fingido que ella me seguía agradando como persona, las cosas serían diferentes, pero entonces no tiene caso hacer eso y sólo causa más dolor. Hay tantas cosas que necesito decir y no sé como empezar.
La primera es para ella: cuando me enteré de lo que había hecho, sumado con muchas actitudes tóxicas hacia ti que yo ya conocía, era claro que no me sentía a gusto con ella como persona, luego hablando con unas amigas en una noche de peda me di cuenta que también durante nuestra amistad ella había tenido actitudes que me lastimaban a mí, y aún después de todo, me dolió perder la amistad, de hecho apenas hace unos días fui capaz de tirar las fotos de nosotras y eliminarlas de mi celular. Veras, perdí a dos amigos en toda esta mierda.
La noche en que recibí ese mensaje tuyo y me bloqueaste, fue duro, fuiste la primera persona ajena a mi familia en romper mi corazón, lloré por ti esa noche; estaba tan triste y enojada porque ni siquiera pudiste hablar conmigo y mínimo despedirnos bien, al día siguiente salí y actué como la mujer fuerte que me gusta pretender que soy, pero luego hablé con mi mamá y entonces volví a llorar en sus brazos por ti mientras le pedía que me dejara ir a tu casa a verte, y por eso debes entender lo siguiente.
No puedo dejar que alguna vez vuelvas a mi vida, no importa cuanto te extrañe y me duela que ya no estés; mi mamá no me dejaría y mis amigos tampoco, y lo más importante, yo no quiero, no me quiero arriesgar a que si alguna vez vuelves con ella ocurra lo mismo o que con cada futura novia me apartes, me busques sólo cuando ellas no están o te lastiman, dejes de lado nuestra amistad como tantas veces, que vuelvas a olvidar mi cumpleaños por estar con ella, cosas que parecen (probablemente lo son) estúpidas y banales pero que al final me lastimaban. Todos dicen que duele más perder una amistad que a una pareja, no mentían.
No voy a mentir, te extraño cada día, a veces veo cosas y eres la primera persona en la que pienso para enseñarle, muchos lugares me recuerdan a ti, demasiadas fotos nuestras y que me tomaste que no me siento capaz de eliminar, regalos que son el constante recordatorio de lo que alguna vez vivimos. Suelo revisar mis redes con la esperanza de ya no estar bloqueada, duele cada vez que no es así.
Le pregunto a nuestros amigos cómo estás, si eres feliz, si estás haciendo las cosas que amas, si tu salud ha mejorado, si las cosas con ella van bien; quisiera no hacerlo, pero no preocuparme por ti es como dejar morir una parte de mí.
A veces sueño contigo cuando duermo, pero los peores sueños son los que tengo despierta, cuando voy en el camión, o en el carro, o cuando simplemente estoy sentada viendo la vida pasar; sueño con todas las cosas que dijimos que haríamos, con el departamento que pudimos compartir, los viajes que haríamos, la boda en la que sería dama de honor, tú cargando a mi primer hijo, o nuestra boda si no encontrábamos a nadie después de los 30.
Fuiste mi mejor amigo, mi hermano, mi confidente, mi hombro para llorar, mi fotógrafo, mi apoyo incondicional; por todas esas cosas te amé, te amo y siempre te amaré.
Perdón por no haber hecho las cosas diferente.
Adiós.