Mi abuelo, empezó a buscar por todas partes, y sí me pilló, pero, me volvió a meter en aquella cápsula que no funcionaba, y creo que no sospechó mucho en cuanto a la cámara frigorifica, ya que yo intentaba estar lo más callada posible.
Cuando ya estaba en la cápsula, mi abuelo se quedó observandonos, por si sucedía algo.
Pasaron horas y horas y seguía allí, hasta que de pronto, comenzaron a caer rayos, y el bajó para asegurarse de que no llegarían aquí, pero estaba confundido, derrepente le cayó uno, y cayó al suelo.Yo lo estaba viendo, y salí de la cápsula, pero Zaira seguía inmovilizada. Entonces decidí abrirle y sacarle de ese sitio tan abrumador.
Cuando ya estaba fuera, estubo cinco minutos más paralizada, pero despues, ella despertó.
Bajamos las escaleras, mientras Zaira me cogía del cuello, para poder sostenerse.
La casa/fábrica estaban formadas por una madera, que con el tiempo, se fué llenando de moó. También vimos una inmensa puerta, de la cual llevaba al exterior, y ese era nuestro objetivo, pero algo nos detuvo, y fué un libro situado en un estante, estaba abierto, y lo cogimos. Era un libro en blanco que mi abuelo utilizaba para escribir, fuimos leyendo y leyendo, pero algo nos llamó la atención, una página en la que explicaba el porqué mi abuelo nos metió en aquella cápsula.
Decía:
~Hoy, he estado en el hospital. Todo parecía normal, hasta que mis nietas, estaban jugando por la sala, y pensando que era una cuerda normal y corriente pisaron el cable que alimentaba a su abuela/mi mujer, y tras unos minutos sin ello, falleció.
No les voy a perdonar eso, ella, era la persona más importante para mí.
Por ello se merecen una venganza que pueda llevarles atrapadas toda la vida.~Zaira y yo, nos miramos a la cara.
Decidimos correr lo más rápido posible para que no nos pasase nada, pero algo impidió salir.