Instituto de Criaturas © »Editada y original.

1.-Como todo empezó.

AÑOS ANTES. 

Todo mundo cree en algo. Algunos en su religión, otros en el amor, y otros en criaturas. Esos seres mitológicos que creemos que no existen, pero para sorpresa de todos, los hay.

Los humanos creen que están solos en este mundo. Que son los mejores y los más importantes de la naturaleza. Pero no es así, hay otros seres que habitan nuestro planeta y ni siquiera creemos en ellos.

Las criaturas se han ocultado de todos para no ser molestados, capturados o matados por su más grande enemigo: los seres humanos. 

Bueno,  es como empezó todo. Como los humanos hicieron que el mundo fuera solo suyo y no de otros. Las criaturas; tras tener el miedo de ser descubiertos y capturados (o simplemente dejar rastro de su inimaginable existencia), hicieron un trato.

Se irían de ese mundo, lejos de todo, y crearían el propio. Sin ser molestados o mutilados las criaturas vivirían en paz durante lo que quedaba de la eternidad. Las viejas y sabias criaturas (los fundadores) estaban de acuerdo que todos esos seres míticos fueran a irse a otro lugar.

Y así es como la gente poco a poco solo vieron a las "criaturas" como una simple fantasía. Cuando realmente existían, en otro lado, pero en fin de cuentas existían.

 ***

Hace 17 años, Sara Woodhouse y su extrovertido esposo tuvieron una linda bebe. Pequeña, inocente y rodeada de su mundo. Sara y su esposo no querían que la pequeña e indefensa Hayley creciera con ellos; y tras la diminuta guerra que hubo; los Woodhouse decidieron darle a su bebe a sus parientes. 

Hayley; una pequeña criatura que vino al mundo tan solo unos días; se mudo junto con Mary y Richard Woodhouse hacia un extraño lugar.

La Tierra. 

Con la condición de que al tener 17 años, ella tendrá que regresar a como de lugar a su lugar de origen y asistir por primera vez a una escuela apta de sus orígenes y su verdadero ser.

*** 

NARRA HAYLEY. 

Esta es mi historia, de como todo se derrumbo. Y de como me encuentro en la situación más in-humana de mi vida.

***

Era una noche mas frías que otras, acababa de salir de fiesta con mis amigos. Era absurdo, porque era una de las pocas veces que aceptaba salir.

Mientras caminaba tranquilamente hacia mi casa; una pequeña construcción a lado de la calle principal de mi ciudad; observé que algo no iba tan bien como debía ser. Se suponía que mi vida era tranquila, normal, mis padres aburridos y nada de policías,

Hasta ahora.

—¿Señorita Woodhouse? 

—¿Si oficial?— contesté nerviosa. No sabia que pasaba.

 Es de esos días inesperados, que haces algo y de un de repente todo desaparece. Y nada parece querer cobrar sentido.

—¿Q-qué pasa?— dije. tartamudeando.

El oficial, con cara rígida, me miró. Era de esas miradas que asustan, que sabes que te dará una noticia que no te gustará.

—Hubo un accidente con sus padres. 

Ese tipo de frases hubieran sido las ultimas que hubiera querido escuchar. En ese momento mi primer instinto es voltear a mi alrededor, es absurdo pero así fue. Giraba mi cabeza en busca del lugar donde ocurrió. Y di con el "bingo" cuando a lo lejos vi patrullas y dos cuerpos ligeramente cubiertos con unas mantas amarillentas.

***

—Lamentamos mucho lo que paso—eran las únicas palabras que recibía en el transcurso de la semana. Mis padres no tenían un gran contacto con la familia. Así que me quede en la casa de mi vecina (que era una señora con un buen corazón y gran amiga de la familia). 

Tampoco es que no tuviera amigas, pero digamos que no soy la mejor persona socializando en el mundo moderno. Estaba derrumbada, hecha trizas. Pensaba que en cualquier momento me desplomaría y me haría polvos. Los recuerdos no se van, pero su esencia y cuerpos si.

Y eso era lo que más dolía.

***

Después de mucho pensarlo me decidí a quedarme mi ultima noche (sola) en mi casa, porque después quitarían todo y se olvidaría para que otra gente la rentara. Estaba dormida sola en mi habitación.

En un momento me levante y no podía respirar. Un terrible pánico me tenia pegada en mi cama, se escuchaban como forcejeaban la puerta para entrar, en ese momento y solo por un segundo pensé que estaba muerta y que mis padres Mary y Richard se reunirían conmigo. Pero no.

La realidad no es así, nunca los vería.

La puerta de mi habitación sonaba como si fuese un rayo, la tocaban como si una víctima corriera de su asesino.

—¡Abre la puerta Hayley Marie Woodhouse!— su voz era extraña, jamas escuchada por mi, tenia miedo. Que un extraño (o extraña) tocara tu habitación estando; literalmente; sola en este mundo no es normal.

—¿Qui..quién eres?— respondí con mi corazón acelerado o lo que quedaba de el. Me paré lentamente de mi cama, estaba sudada como un cerdo, ojeras en mis ojos y rápidamente sin pensarlo tome un bate de baseball. 

De repente la puerta la puerta se abrió de un empujón y salieron unos  rayos de luz.  No podía creer lo que estaba viendo, capaz de todo si estaba perdiendo la cabeza totalmente. Una parte de mi quedo atónita por lo que estaba observando con mis propios ojos, era una mujer de cabellos rizado rojizos, con sus ojos tonos verdes amarillentos... increíblemente hermosos con sus larguísimas pestañas  estaba enfrente de mi puerta tirada y no lucia desesperada sino tenia una sonrisa muy angelical.

 Grité lo más que pude. A pesar de ser una señora y no un asesino con un cuchillo que quería asesinarme, estaba demasiado ocupada en como rayos sabia mi nombre y como entro a mi casa.

—Hola querida sob... perdón. Por asustarte, eso estuvó mal, mi nombre es Michellle Forbes. Mucho placer de estar e tu casa.

—¡LARGUESE DE AQUÍ! ¡AUXILIO! ¡AYUDENMEEE!  

—Ssshhh ¿por que gritas?— la señora se miró en mi espejo y mientras más la veía más irreal me parecía que no le pudiera ver los pies.

¿Donde esa sensación que te despiertas cuando estas en una pesadilla?

Parece que se esfumó de mi vida.

—

 N/A: ¡Volvi! ¡Estoy viva! 

Lamento mucho la tardanza, tuve muchos problemas familiares, de internet y de inspiración pero ya estoy de vuelta.

EDITADA Y ORIGINAL.