𝒇𝒊𝒓𝒔𝒕 𝒂𝒏𝒅 𝒍𝒂𝒔𝒕

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el invierno ya se empezaba a derretir de a poco. el árbol del patio trasero de su casa, con nieve y sin hojas, comenzaba a derretirse. prontamente saldrán brotes de flores de algunos colores a decorar el árbol.

–¡seungmin! –minho había llegado a su casa para jugar videojuegos–. vamos a jugar ¿verdad?

el mencionado estaba mirando por la ventana al árbol. aún tenía la suficiente nieve como para hacer una batalla de bolas de nieve.

–perdón –no se había percatado que le hablaban–. sí, claro que vamos a jugar –se volteó–. ¿mortal kombat o street fighter?

minho pasó de ambos juegos. tomó la computadora de seungmin e ingresó a steam. tenía todos los juegos de five nights at freddy's descargados.

–¿quieres jugar five nights at freddy's? con lo miedoso que eres, no creo que pases ni la primera noche.

–estuve viendo algunos hacks para poder pasar –minho tomó unos audífonos y se los puso, seungmin tomó otro par y también se los puso–. si pasa la primera noche, me debes una pizza.

–te voy a hacer la primera tarea del año y quedamos a mano.

–acepto.

comenzó el juego. five nights at freddy's, la primera entrega. al parecer minho no mentía cuando había buscado información y formas de pasar el juego con más facilidad. las cuatro de la mañana en el juego. cuando ya parecía que lo tenía ganado, chika le salta en toda la pantalla, haciéndole gritar a minho y perder el juego.

–¡gané la apuesta! –exclamó seungmin, dejándose caer en la cama y riendo con fuerza–. debo admitir que creí que perdería. tienes potencial para los juegos.

–no pienso irme de esta casa hasta que logre terminarme todos los juegos de la saga –minho inmediatamente volvió a colocarse los audífonos y con un peluche en el regazo, comenzó otra vez.

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las cinco y media de la mañana.

seungmin miraba atentamente la pantalla de su computador. sostenía una almohada con fuerza entre los brazos. minho ya había llegado a la penúltima noche del five nights at freddy's: sister location. luego de varios intentos fallidos (y aún más sustos por parte de él), finalmente había logrado llegar hasta allí.

las horas siguieron pasaron. llegando el amanecer. minho había logrado terminar el último juego. las ojeras le palpitaban y sus ojos se cerraban involuntariamente. cerró el computador y se acurrucó en la gran cama de seungmin, durmiendo con uno de sus peluches entre los brazos.

mientras tanto, seungmin admiraba el amanecer. hacía tiempo ya que no se desvelaba haciendo lo que sea para ver cómo sol salía. las ramas del árbol  cortaban los rayos que se veían anaranjados sobre su piel y las paredes de la habitación. el cristal estaba frío, pero aún así, las yemas de sus dedos lo acariciaron. se le escapó un suspiro en ello. se colocó uno de sus polerones grandes y se abrazó las rodillas.

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las últimas semanas de vacaciones se pasaron volando, así también la nieve se fue derritiendo y desvaneciendo. la
vuelta a clases trajo las flores de primavera, el tenue sol de la época y, cómo infaltable, la cantidad de alegrias que le afectaban a seungmin.

–por esto odio la primavera –dentro de su casillero, habían cajas de pañuelos desechables, mascarillas, dulces de propóleo y pastilleros–. un gasto tremendo.

–¿aunque sea no te gustan las flores? –minho le animaba con una flor plástica que le había regalado uno de sus compañeros de química.

–esas son las causantes de m-mi a-alergia –estornudó, casi como lo haría un perrito.

al levantar la vista, un chico pelirrojo que llevaba flores revueltas por toda su cabellera. no iba dejando un rastro de margaritas por donde caminaba, pero de a poco se resbalaban algunas.

–envidio a personas como jeongin –se cruzó de brazos– míralo, puede hasta ir con flores en el pelo sin tener problemas con las alergias.

el mencionado se volteó. tenía muchas más flores en el flequillo.
le cubría los ojos y una pequeñísima parte de las mejillas. los ojos del menor veían perfectamente los del mayor en frente a él, pero seungmin difícilmente podía. cuando lo logró, el menor le dio una amplia sonrisa, mostrando sus brackets, agitó su mano, saludando, antes de retirarse a la siguiente clase que ya comenzaba.

–¿tenemos deporte ahora, no? –minho sacó a seungmin del trance. este, asintió–. genial, tengo ganas de jugar fútbol.

ambos chicos tomaron sus bolsos y se encaminaron a los camerinos.

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el pasto del campo de fútbol estaba escarchado. seungmin y minho sentían las gotitas pegándose a sus calcetines.

–bien. dos equipos. para calentar haremos un partido rápido –el profesor dio las instrucciones y todos los chicos se alinearon–. seungmin, tú quédate en la banca, no creo que puedas jugar con tu alergia, ¿o sí?

–preferiría jugar... –bajó la mirada a sus tenis, mojados levemente.

–bien. al cambio de lado, entras tú.

ahí se quedó sentado. tenía el libro para literatura había que leer, a lo que reanudó la lectura. los gritos alrededor le distraían y a ratos le hacían reír, pero entre todo el griterío, se distinguían también unos leves sollozos. prestando más atención a ellos, vio que venían de debajo de las gradas. cuando revisó al dueño de los sollozos, vio al pelirrojo de más temprano. se cubría el rostro con las manos.

–¿jeongin? –se arrodilló junto a él. sobó su espalda–. jeongin, dime, ¿qué tienes?

–me volvieron a molestar los de mi clase... –al decir eso, sus músculos se tensaron y apretó aún más su rostro–. me dijeron que parecía una chica con el pelo rojo y las flores. ¿cuál es su problema? a mí me gusta venir con flores en el pelo y ya. los odio. por las flores amo la primavera, pero por idiotas como ellos, me hacen odiarla.

seungmin se quitó la mascarilla que llevaba en la boca. se sentó frente a jeongin.

–se te han caído las flores que llevabas –seungmin de a poco le empezó a colocar las pequeñas plantitas en el pelo. jeongin se calmó al percatarse que tenía otra vez las flores sobre su cabello, y de vez en cuando se limpiaba las lágrimas.

–no deberías oír a esos perdedores. piensa en mí: yo en esta época soy un desastre. las alergias me comen vivo –se ríe– si te soy sincero, te envidio. desearía poder acercarme a las flores y no estornudar por ello.

jeongin se apartó el flequillo. tenía los ojos tan cerrados que se veían plenamente negros–. ¿no te van a molestar por estar con el chico que usa flores en el pelo?

–sí quieren molestarme, que lo hagan –se levantó primero y le tendió la mano–. pero sinceramente, no me importa.

jeongin la tomó delicadamente. se volvió a refregar los ojos por última vez antes de salir del escondite, con la cabeza en alto, sonriendo confiado. cuando seungmin salió, minho estaba a un lado, sonriendo sutilmente. 

–me sorprendes. –le dio unas palmadas fuertes en la espalda

–algo de buena gente tengo, miedoso –sonrió sonrojado.

–quiero jugar until dawn, ¿lo tienes?

–sí. te veo en mi casa hoy a la noche

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⏰ Última actualización: Jul 27, 2019 ⏰

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𝘴𝘱𝘳𝘪𝘯𝘨 𝘥𝘢𝘺 - 𝘴𝘦𝘶𝘯𝘨𝘪𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora