°•12/07/2019•°

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Bien bello, hace un calor de la puta madre y yo vestida de mujer musulmana donde la brisa apenas perceptible refresca mis manos que es lo único que no tape porque hasta lentes de sol llevo puestos, coño pero es que ser una zorra justiciera y anónima cuesta, pero bueno lo que sea por los zapatos que vi en Amazon ayer; y ustedes dirán "Mialma ¿y esta loca que hace caminando con tanto calor vestida así? ¿no es mas fácil atender las citas con los clientes por internet pueh?" ¡PUES NO! resulta que son medio ridículos y si no nos vemos en persona creen que los voy a estafar, si, así de complicado es trabajar así.

De paso llegó a donde había quedado con la tipa y estaba ese local vacío, se suponía que ella era puntual osea no entendí mi amor. Lo bueno es que había aire acondicionado y aja dejé de sudar como chanchito de feria y menos mal porque pensé que me iba arrugar ya que esto por dentro parece piscina. Yo no se cuanto tiempo paso pero la tipa llego tarde y yo tipo "no puede ser que irresponsabilidad vale" la chica venia con una cara de nerviosismo y parecía que lo que iba era comprarme droga ¿¡Diosito no me puedes mandar un cliente normal!?.

—¿Tu eres la zorra?— Preguntó con timidez sin sentarse y por un momento me sentí tentada de balbucear algo ahí para que creyera que si era musulmana y se había equivocado pero no tenia paciencia para eso. Es que son dios mio santo ¿!Acaso hay otra tipa vestida de musulmana con lentes de sol en todo este local!? respira Laleska, respira.

—Si mi vida soy yo, llegaste tarde pero vení sentate— Dije tratando de ocultar mi irritación.

La chica se sentó mirando a los lados y como que no le quedo claro que soy yo no un narcotraficante y que este local esta mas solo que mi pobre corazón.

—¿Me puedes decir tu nombre? es que es raro andarte diciendo zorra...— Ay tan bella me provoco darle un abrazo entonces aja me inventé un nombre porque si le digo el mio dejo de ser anónima y pues no.

—Claro mi niña mira llámame Lazi— ¿Que? soy re creativa y detesto los nombres comunes, yo creo mi mami sabia eso por eso me puso Laleska.

La tipa suspiro y se sobo los muslos con nerviosismo antes de hablar, y como buena chismosa esta es mi parte favorita, solo faltaba el café que aún no me traían así que aja a escuchar chisme sin café... pésimo servicio me voy a quejar.

—Bueno, el y yo teníamos una relación de 2 años, siempre fue dulce, detallista y cariñoso— En ese momento llego la mesera con mi café y me sentí feliz, ya no me quejo, con cuidado lo metí debajo de la tela que me tapaba de la nariz para abajo y di un sorbo —De repente empezó a cambiar, ser un poco mas distante, cortante y...—

—A darte menos sexo o sexo sin ganas— la chica se sonrojó, ya he escuchado, visto y vivido muchos casos ya se como se mueve la cuchara.

—No... yo... el y yo no...— Ay tan tierna Dios me provoca metela en el café para que me lo endulce. Paso un mechón de cabello detrás de su oreja.

—Todos tenemos sexo— Dije interrumpiendo su tartamudeo y poniendo una de mis manos sobre la de ella —No te hace nada admitir que tienes sexo cariño, es algo normal.

Me dio una sonrisa tímida y continuó —Pues si, además de excusarse perfectamente bien haciéndome pensar que estaba exagerando o que veía cosas donde no estaban.

—Típico— Dije negando con la cabeza antes de tomar otro sorbo de mi café, como odio esto, tomar café se me hace una odisea coño e' la madre.

—Así que un día llegue temprano para consentirlo por lo exagerada y celosa que fui, toque la puerta y nadie salió, había música puesta así que me imaginé que era que no escuchaba, así que fui a la puerta trasera recordando que siempre la deja abierta— Esto se va a descontrolaaaaar wuuuu— Entre y me quite los tacones para llegarle de sorpresa y comérmelo a besos, pero cuando llegue a su habitación otra lo estaba haciendo y la musica era para ocultar los gemidos de la perra debajo de el— La mirada de la chica se torno triste, sentí algo de lastima por ella, yo también he pasado por cosas así — Se separo rápidamente de ella y quedo frente a mi con una súper visible erección mientras la chica avergonzada se tapaba con las sabanas, me sentía asqueada, indignada decepcionada y todo lo que termine en ada.

El diario de una zorra ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora