XVIII. (M.YG~2/2)

1.5K 227 11
                                    

Pasó días perdido hasta que un día una persona trató de secuestrarlo. "Vaya, parece que ya estoy en el reino de los humanos" pensó, y sin mucho esfuerzo se deshizo de él, y es que había aprendido demasiado del mercenario, sólo que ese hombre era demasiado bueno en lo que hacía.

Por azares del destino el rey daba un paseo por ahí, y cuando vio al "niño" vio el potencial en él. "Éste niño será un asesino estrella, la gente bajará su guardia con él, ni siquiera verán venir su muerte".

Se llevó a un confundido Yoongi al palacio y lo sometió a un arduo entrenamiento. Yoongi lo hacía porque el rey lo trataba de maravilla, lo trataba casi como a un hijo, y Yoongi lo empezó a mirar como una figura paternal.

A él no le gustaba realizar los "encargos" del rey, pero éste siempre lo tranquilizaba y le decía que hacía lo correcto, que aquellos a los que asesinaba eran malos, y él le creía. El rey lo protegía, mantuvo su rostro oculto y le daba todo lo que necesitaba.

Hasta que un día, mientras vagaba por ahí, Suga se dió cuenta de que mucha gente que había asesinado era gente inocente, gente que no estaban del todo de acuerdo con el rey, asesinados por expresar su opinión. Ese día su mundo se vino abajo. 9 años bajo el mando del rey y nunca se dió cuenta de le verdad debido a que sólo salía del palacio para hacer los encargos, hasta que escuchó a unos guardias chismosear al respecto.

"Otro campesino ha sido asesinado por el caperuzo rojo. Pobre, la gente le advirtió que no expresara su opinión, sus palabras se convirtieron en su sentencia. ¿Cuántos inocentes más morirán?"

Buscó al rey y le pidió explicaciones, y éste ni siquiera intentó negarlo.

Le dijo que no lo haría más, que no asesinaría a más gente inocente. El rey trató de convencerlo pero Min se negó, enfureciendo al rey, que lo encerró y difamó, diciendo que habían atrapado al temido caperuzo rojo, que era un niño que se creía justiciero en su nombre.

Yoongi no se pudo defender, porque a fin de cuentas, sólo el rey lo conocía, nadie más lo hacía, nadie más le creía, para todos él era el asesino de personas inocentes.

La gente empezó a odiar tanto a Min Yoongi, que hasta él mismo empezó a hacerlo.

Entonces él corrió, escapó, pero pronto se dió cuenta de algo: no tenía ni a dónde ni con quién ir, estaba solo, y es que, tal vez, en realidad siempre lo estuvo.

Wolf & RedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora