No soy gay

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Era difícil no mirarlo. 

El tenía una especie de aura intrigante, o tal vez eran los aretes y piercings demás que tenía en la oreja, en la nariz y bajo el labio inferior.

Mi mejor amigo estaba recostado en una camilla. Sobre él unas manos le estaban tatuando una serpiente en el cuello, y yo tenía mis ojos dirigiéndose a las manos venosas de un chico con tatuajes en los brazos y espalda. Sentado en el escritorio del costado, con un chupete en la boca, meciendo su cuerpo en la silla con ruedas, tarareando Tool de fondo, y sus dedos creando una batería con el escritorio.

Que lindo...

El era lindo, yo podía apreciar la belleza de un hombre cuando la notaba. Mi hombría y mis gustos sexuales no desaparecerían por ser amable y aceptar los hechos como lo que eran, hechos.

¿No?

Pero estaba allí esperando a Tae alrededor de unas tres horas, y aún faltaba por más. Ese tatuaje era grande y detallado, él tenía anestesia en el cuello, y por más que la música rock sonaba de fondo, yo me iba poniendo más y más nervioso. No por la música, no por el sonido de la aguja, menos por el tatuaje de Tae, pero si por que mis ojos no pararon en las tres horas de intentar mirar de reojo al chico de piercings y tatuajes. El jamás miró de vuelta, jamás se dirigió a nosotros, el solo hablaba con los clientes que llegaban al local, agendaba citas para mañana, pasado, el viernes y así. El hacía su trabajo, y yo estaba nervioso por que al parecer algo dentro de mí estaba buscando que sus ojos me miraran aunque sea una vez.

Yo no soy gay.

Tenía ese pensamiento dando círculos, saltos, bailes y todo lo demás dentro de mi cabeza. Yo al parecer quería atención de su persona, de un hombre. 

Demonios, de un hombre.

- ¿Vamos bien? -

El tatuador paró la máquina, miró a Tae y éste hizo un gesto con el dedo, como queriendo decir, " sigue". Pero luego cuando el tatuador prosiguió, Tae arrugó los ojos fuerte. Esa mierda hasta con anestesia debía dolerle.

- No, paremos. Te veo complicado, recuerda que tienes derecho a dos sesiones según lo cancelado. Puedes venir otro día.-

Tae me miró, y yo asentí con la cabeza, podría hacerme un tiempo en la Universidad para venir con él. Mi amigo asintió, y lento comenzaron a acomodar las cosas, colocar crema en su herida abierta llena de tinta negra, y a proteger el lugar para salir cómodos a la calle fría de la ciudad. Ellos arreglaban cuentas, agendaban horas, y yo me paré a un costado de ellos, cerca de una pared repleta de tatuajes pegados.

El chico que me tenía los nervios de punta se había parado, un cliente que había entrado hace un rato estaba sentado en una silla de su lado del local. Y él, él se lavaba bien las manos, colocó jabón hasta más arriba de sus muñecas, y secó con papel. Se colocó guantes, protector de ropa, tapa boca, y colocó tintas de colores prolijamente en su escritorio. Era limpio y ordenado, y tarareaba, todo el momento tarareaba esa música de fondo.

- Acércate a mí-

Y escuché su voz por primera vez. Ni grave ni fina, pero tan suave. Dejé incluso de respirar fuerte, creyendo que así podía escucharlo mejor. El se sentó frente al chico, abrió sus piernas y se acercó a su espalda, y comenzó a sonar la máquina, encima de la piel del cliente frente a él.

- Jimin, ¡vamos!-

Y yo no quería, mis pies se movieron pidiendo quedarse mientras nos despedíamos del tatuador.

- Gracias, nos vemos después Rei-

Tae se despidió de su amigo tatuador de mano, y dejamos el local. Pero justo antes de salir, eché el último vistazo a la aguja en la espalda del otro chico. Y los ojos de aquél tatuador, que jamás me miraron en todas las horas de mi estadía, 

Por fin me miraban a mí.

Mi mejor amigo con una sonrisa enorme, una serpiente escondida bajo su abrigo color beich, y yo con las manos en la chaqueta pensando en tres cosas.

Uno, en el sonido de la máquina.

Dos, en los ojos del tatuador, que me miraron fijo justo antes de salir.

Y tres,

Yo no soy gay.

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:3 mucho amor para los lectores.

Tatuado en mi piel - Three Shot (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora