final☣

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El rizado salió de la alberca y busco rápidamente con la mirada, a aquel pelinegro.

Entró en los vestidores y él corrió para allá, una vez ahí, se aseguró de que no hubiera nadie más dentro.

Sólo estaban él, y el completo desconocido que se encontraba tras una cortina.

Miró la puerta y fue en silencio para atascarla y que nadie pudiera entrar; tenía claras sus intenciones.

Se paró justo al frente de ese vestidor, a esperar que el pelinegro saliera.

-ho-hola. -dijo cuando abrió la cortina y lo primero que vió fue al chico rizado que le sonrió hace un rato. -¿Lo usarás? -preguntó refiriéndose al vestidor.

-no. -respondió seco, mirando con atención los labios del otro chico.

-bien, con permiso. -dijo tratando de salir, pero para eso, Joel ya lo había acorralado impidiendo le el paso.

-oye, tengo que salir. -dijo y Joel sólo observó cómo se movían sus labios, se veían muy apetecibles, demaciado carnosos y rosados.

Lo miró directo a los ojos un par de segundos, para después atacar sus labios; dejando completamente sorprendido al azabache.

Tardo algunos segundos en reaccionar, pero no se separó, solo movió sus labios al ritmo de los de Joel.

El antes mencionado empujó al ojiverde dentro del vestidor nuevamente, cerrando la cortina sin dejar de besarlo.

Joel se sentó en el pequeño banco que había dentro y Erick se sentó en sus piernas, ya con más confianza.

El rizado le parecía muy atractivo, y claro que no se pudo resistir cuando lo besó, estaba dispuesto a tener sexo con él. Aún que no lo conociera para nada.

Comenzó a mover su tracero por arriba de los shorts de Joel, lo cual hizo que sus entrepiernas comenzarán a despertar.

La erección de Joel dolía, se levantó y fue rápido bajando sus shorts dejando a la vista del ojiverde, su gran erección.

Erick hizo que se sentará nuevamente en el banquito, se puso de rodillas y lo miró a los ojos sonriéndole, se veía muy inocente y eso ponía más caliente a Joel.

Asintió con la cabeza y Erick inmediatamente tomó la erección ajena, y lamió la punta, haciendo estremecer al rizado.

Así, metió el pene de Joel a su boca, metiendolo y sacándolo por un par de minutos, y bombeando con su mano lo que no cabía. Era grande.

Joel lo levanto del pizo y lo hizo sentar nuevamente en sus piernas, rozando ambas erecciones. Agarró ambos penes y los comenzó a masturbar haciendo que Erick se retuerza en sus piernas por el placer que estaba sintiendo.

-entra ya, p-por favor. -suplicó.

Joel sonrió al escucharlo y Erick se apoyó en la pared para darle espacio al rizado y que pueda entrar en él.

Joel abrió sus nalgas y pasó su lengua por la entrada del ojiverde para lubricar lo un poco, cuando sintió que era suficiente, se introdujo lentamente; no quería lastimarlo.

Erick dió un pequeño brinco cuando sintió el grosor del pene de Joel entrando en él, le quemaba, pero no importaba, lo quería dentro ya.

-¡Aahh! -gimió fuerte.

A Joel le gustó escucharlo, pero no podían hacer tanto ruido.

Se introducía cada vez más, hasta que su miembro se encontraba completamente dentro de Erick.

Ahí se detuvo unos segundos, para que el ojiverde se acostumbrara al grosor.

-ya, estoy lis-to.

Comenzó a entrar y salir repetidas veces, haciendo los gemir a ambos, Joel tomó el miembro de Erick y comenzó a masturbar lo nuevamente para que su placer aumentará. Y así fue, no se pudo contener y gimió más fuerte.

-más po-r favor.

Joel obedeció a aquel pedido, sus embestidas aumentaron más y bombeaba más rápido la erección ajena.

-m-me voy a venir. -advirtió Joel.

-tambié-n yo. -dijo. -hazlo dentro.

Erick sonrió cuando sintió el semen de Joel resbalar un poco por sus delgadas piernas, y a su vez, también sintiendo un poco del suyo en su abdomen y mano del ojimarron.

Dentro de los vestidores se encontraba un pequeño baño público, así que Joel entro para alcanzarle un poco de papel al ojiverde y que se limpiara.

-aquí tienes.

-gracias.

Dijo y ambos comenzaron a vestirse nuevamente.
Cuando estaban listos, Joel miró a Erick y solo sonrió, para así destrabar la puerta y salir de ahí sin que alguien lo viera.

Erick suspiro y termino de arreglarse un poco el cabello.

~~~

¿Qué tanto hacías ahí dentro? Tardaste mucho, Joel. -dijo su prima metiendo sus cosas a la pequeña mochila que traía.

-nada, estaba en el baño. -respondió sonriendo y metiendo cosas a la hielera que traían, estaban dando las seis de la tarde y el lugar ya iba a cerrar.

-bueno.

-ya nos vamos. -dijo Paty, la madre de Joel, apresurando los para que se apuren e irse del lugar.

~~~

Estaban a punto de salir, cuando aquel ojiverde se cruzó nuevamente en su camino.

Lo miró a los ojos y le sonrió.

-soy Erick. -dijo, y fue cuándo cayó en cuenta de que nisiquiera le pregunto su nombre antes de cogerse lo.

-Joel. -dijo sonriendo y siguió su camino al auto.








piscina O.S ||joerick|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora