CAPITULO 8

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- SOLO AMGOS (¿?) -

¡Ya es viernes! ¡Agradezco a todos los santos porque hoy termina la escuela! Y lo mejor de todo... *redoble de tambores* ¡El verano está por comenzar! No puedo pedir nada más. Por aquí, el verano es toda una aventura por vivir.

Cada semestre, al terminar las clases, el alcalde organiza un baile para todos los estudiantes de preparatoria y universitarios. Sólo he asistido a uno, el del semestre pasado.

Recuerdo que fui con mis amigos de siempre, todos excepto Jordan. Ese día estábamos muy nerviosos ya que no sabíamos lo que nos esperaba. Nunca habíamos asistido a una fiesta de verdad. Y fue una locura. Imaginen esto: piscina, bebidas con alcohol, música en vivo, comida y botanas a montones, una casa sola y más o menos 300 adolescentes.

Al llegar, nos dijeron que lo que pasaba en la fiesta, se quedaba en la fiesta y comprendí por que, tal ves 20 chicas de mi generación perdieron la virginidad esa noche.

Si, se que creerán que nuestro gobierno esta loco por dejarnos hacer eso, sin embargo, el mensaje del alcalde fue: "Tienen el permiso para hacer lo que quieran una vez por semestre, no más, de otro modo el castigo lo impondrán las autoridades".

Aunque también esta la parte mala; sólo puedes beber si muestras tu identificación y coger si llevas tu propio condón.

Al llegar a la escuela, todo el pasillo principal esta repleto de volantes sobre La Fiesta. Tomo uno y leo, al parecer es el próximo sábado. Tengo tiempo suficiente para arreglar todo.

Al final del primer periodo me encuentro a Ethan, con una pequeña bolsa de papel entre las manos.

- ¡Hey! - lo saludo y le beso la mejilla -. ¿Como va todo?

- Todo perfecto, sólo... quería hablar contigo... Acompáñame.

Me toma del brazo y me lleva con él al fondo del pasillo.

- ¡Et! ¿Qué te pasa? - me suelto -. ¡Vas a romperme el brazo!

- Lo siento. Bien, iré al grano - respira hondo y lo deja salir -. Te compre esto... - me entrega la bolsa -. Quería que lo usarás el sábado en la fiesta y también... iba a preguntarte... ¿te gustaría ir conmigo? Si no tienes alguien más, claro.

Le dedico una sonrisa y busco dentro de la bolsa para ver que contiene. Siento algo sedoso dentro, sin duda es tela. Lo saco y veo que, en efecto, es una tela, pero esta envuelve el verdadero regalo, así que, sin más, lo desenvuelvo. Es una gargantilla. Una pequeña cadena color plata y fina pedrería en el centro.

- ¡Madre mía, Ethan! Es preciosa -. Le doy un enorme abrazo.

- Sabía que te gustaría. Y... ¿Que opinas? ¿Te gustaría ir conmigo?

- ¡Claro que si! Me encantaría, bobo. No necesitabas darme esto para aceptar ir contigo.

Él se sonroja. No se porque lo hace, sólo somos amigos. Aunque hay veces en las que lo dudo. Se que es atento, cariñoso y me protege, pero lo hace porque me quiere como a una hermana pequeña. No tengo porque gustarle.

Eso era lo que creía, pero todo dio un giro en ese momento.

Nos miramos a los ojos, y el coloco su mano en mi mejilla. Unos segundos después, la paso por detrás y la posó en mi nuca. Sentí mariposas revolotear en mi estómago. Nada tenía sentido, pero mi cuerpo no reaccionaba cuando le pedía que detuviera esta locura. Él comienzo a acercarse, estaba a pocos centímetros de que nuestros labios se unieran, cuando de pronto la campaña sonó y todos los estudiantes salieron volando de las aulas. Él se alejó de golpe y, por alguna extraña razón, sentí una punzada en el corazón.

- De verdad lo siento, no se que fue eso. - nunca lo había visto tan rojo en mi vida. Tengo que salir de esta rápido.

- Eh, no... No te preocupes. No paso nada. Emm, ¿Hablamos luego?

- Si, si claro.

Perecía tan aliviado al igual que yo.

- Bien, hasta luego -. Tome mis cosas y salí a mi próxima clase.

Déjate caerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora