Magnus Chase is The Type

Cortesía del Lector

Hola, jóvenes Æsir, hace un tiempo, cierta persona llamada cukibola me regaló un one shot, que narra el encuentro de los dioses nórdicos y los griegos. Es tiempo de que lo comparta con ustedes. Es perfecto.

Eran casi las diez menos cuarto, hora que los nórdicos habían elegido para llegar (con su aplastante lógica de ¿A QUÉ NO HAY PELOTAS A LLEGAR A ESTA HORA?). Hestia estaba muy ocupada gritándole a Hermes, su hijo adoptivo, para que moviera el culo del trono de Démeter, algo a lo que el mensajero no estaba muy dispuesto. Finalmente se quitó en cuanto Mami Hestia amenazó con requisarle el móvil-caduceo-bloc. Démeter rió cruelmente, y por primera vez no era porque Hades había resbalado frente a Perséfone o porque Posesión llevara un tenedor en lugar de su tridente. Hermes iba a lanzarle una maldición cuando una especie de sábana celeste le atacó por sorpresa.

En realidad, todo el Olimpo había sido atacado por sábanas de colores y preciosas joyas. Esto se debía a que Afrodita se había despertado de su sueño reparador, y nada más ver a Hécate con su camiseta de Griffyndor supo que debía usar sus poderes para hacer que sus compañeros se vieran tan guapos como ella.

-¡Socorro, nos atacan!-Gritaba Ares mientras una túnica roja lo envolvía.

-¡Chicos, no os asustéis! He sido yo.-Explicó la diosa del amor.-He pensado que tenemos que lucir guapos para nuestros invitados.

-¡Tú solo quieres estar más guapa que Fruya!-Gritó Dionisio, que había derrotado a una túnica violeta y por tanto aún llevaba una camiseta de estampado de leopardo y un chándal morado brillante.

-Primero, esa zorra se llama Freya, y segundo, estoy segura de que ha vestido a su mitología como súpermodelos, algo que no voy a tolerar.

-¡Pero, Afro, si yo luzco como un súpermodelo lleve lo que lleve!-Gritó una cosa dorada brillante a la que reconocieron como Apolo.

Escucharon un grito de satisfacción. Iris entró muy emocionada, señal de que, al menos Heimdal había llegado. Iris admiraba a este «compañero del arco-iris», que además vigilaba nueve mundos, se enfrentaba a dragones, águilas y ardillas y mataba a Loki, algo que en la cabeza de Iris se traducía como matar a Hermes, su sueño más oculto.

Salieron a recibirles y encontraron a un grupo de gente vestidos con ropas terrestres (midgardianas, para ellos) informales. Freya no parecía muy contenta por ello, pues era la única con un vestido de corte medieval. Los primeros en deshacerse de las túnicas fueron Hermes y Hécate, que recuperaron sus camisetas de los Olympiacos y Griffyndor. 

Hermes se acercó a un tipo con rasgos de duende, como él, pero pelirrojo y no moreno, y con una camiseta del Malmö. Loki y él se abrazaron como si no hubiera un mañana, con tanta pasión que acabaron en el suelo.

-¡Has venido, cabronazo!

-¡Pues claro, mamón! 

-¿Qué tal fue el Ragnarök?

-Pues decidimos probar una estrategia distinta, pero el bando de los dioses fichó a gente muy joven, con ganas, que en la batalla salieron a dar lo mejor de sí. Aunque Fenrir duró hasta el final (a mí me empalaron, como siempre), finalmente el Sigfriedo defendió su condición de Sigfriedo y sentenció la batalla. Además, tuvimos una lucha interna que no hizo nada bien al bando y lo pagamos en el terreno de batalla. Al menos, Hela y yo nos reencarnamos y eso es lo que cuenta, pero desde que está permitido hincharnos a pastillas, las ganas de la revancha se disipan... un pelín... ¿Y tú, algo digno de contar?

-Mi empresa tuvo un beneficio del 250%. No pude cumplir nuestro lema «¡EL DINERO O LA VIDA!».-Se secó una lagrimilla.

-¡No! ¡Lo siento mucho, tío! Seguro que no es tu culpa; será de tus estúpidos empleados, que nunca llegarán a tiempo. Les «visitaré»...