Apuesto corcel

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[ ♤Au. Fantasía (Mitología)  ]

Deja de caminar por la noches, oirás el estremecimiento bajo tu pies y entonces será demasiado tarde. 

El joven noble paseaba a pie en las orillas del mítico Lago Ness buscando refrescarse

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El joven noble paseaba a pie en las orillas del mítico Lago Ness buscando refrescarse. Salió del castillo al atardecer con una capa verde olivo sobre él para que no le reconocieran. Le encantaba dar paseos solitarios a la orilla del lago para despejar su mente de sus tareas reales. En ocasiones Iida y Ochako le acompañaban cuando le visitaban pero ellos también tienen obligaciones que atender.

Mientras el sol se ocultaba tras la alta loma, las luciernágas se conglomeraban cerca de la fuente de agua para realizar su danza luminiscente y atraer una pareja.

Pareja. Su padre le ha dicho que busque una o él mismo lo hará. ¿Como hacerlo? Todavía se veía así mismo como un niño. No podría, no aún. ¿Y el amor donde quedaba?

No había espacio para el amor en la nobleza. Un matrimonio solo afianza una cosa: poder. El amor es un cuento para niños.

Izuku pateó una roca lo bastante lejos como para asustar a un par de liebres que saltaban por ahí. Miró hacia el manto nocturno, no se había dado cuenta que la noche estaba sobre él. Las estrellas brillaban en lo alto y la luna, la musa de diversos artístas se imponía en lo alto. Sonrió. Tan bello. Pero era hora de volver o su madre mandaría a medio ejército en su búsqueda.

Se dio la vuelta y comenzó andar por el pequeño sendero de regreso, se tomó unos segundos para admirar el lago que parecía un espejo gigante con la luz de la luna pero un movimiento tras él en la oscuridad del bosque le hizo girar de manera rápida y empuñar su espada.

—¿Hola?

El movimiento cesó. El curioso Midoriya se acercó cauteloso

—Quien quiera que sea, salga por... por favor—nervioso enfundó su espada y levantó las palmas—estoy desarmado

Nada pasó tras unos minutos, el joven noble iba a seguir su camino cuando de la penumbra de los sauces y pinos, un corcel de blanco pelaje salió de la oscuridad. El joven quedó maravillado ante hermoso animal.

—Eres hermoso—dijo maravillado el joven hombre—No te haré daño

Posteriormente se acercó al caballo, este retrocedió un poco. Izuku se detuvo un momento y segundos posteriores al verlo quieto, volvió acercarse y dijo

—Ven aquí. Me llamo Izuku

El caballo dejó que el muchacho se acercara y este se mostró feliz e iluminó su cara con una gran sonrisa que era visible gracias a la luz lunar. Midoriya acarició con cautela el costado derecho del caballo, acariciando embelesado todo su blanco pelaje. Ahora Izuku estaba cerca y podía ver sus ojos con claridad: Un ojo azul tan celeste como el cielo del lado izquierdo y el derecho de gris tormenta. Solo había visto este fenómeno en perros y gatos, jamás en caballos. El muchacho estaba fascinado con tal ejemplar. Con confianza revisó su cabello; enmarañado y lleno de ramitas y hojas secas y sus costados traseros sin marca por lo que no le pertenecía a nadie.

Perfect Match [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora