Ser Supremo

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Irene se encontraba de rodillas, esperando el regreso de su nuevo amo, sin embargo, los primeros en llegar fueron los guardianes de piso.

Ella ya había visto a Demiurge, lo que la sorprendió fue ver la belleza de clase mundial que se encontraba bajo la armadura negra, con eso sus sospechas eran ciertas, el caballero negro era mujer. Detrás de ellos, se encontraban dos niños con orejas puntiagudas, ambos se parecían entre sí, dando a entender algún parentesco sanguíneo, también se encontraba un insecto de aproximadamente dos metros, color azul pálido , con cuatro brazos, dos de ellos sostenían una alabarda plateada y por último una chica con vestido de noche que incluía una grande y pesada falda. Todos ellos emanaban un aura imponente.

Aunque Irene se encontraba sorprendida no se movió, confiaba en que los subordinados de Ainz no la matarían. Su instinto de supervivencia la hizo mirar hacia atrás, por lo tanto ella vio cómo se deformaba el espacio dando lugar a un golem gigantesco, de aproximadamente treinta metros de altura, sus cuencas oculares al igual que su pecho brillaban con líneas rojas.

"Lord Ainz posee subordinados aterradores, si él lo decidiera podría conquistar el Reino de Fiore y si derrota a Zeref la conquista del imperio sería casi inmediata." Irene se asustó de sus pensamientos, de que tan ciertos podrían ser. Poco después llegó Ainz.

"Bien, parece que están todos presentes, gracias por venir."

"¡Por supuesto que nos presentaríamos! ¡Al ser una orden suya es natural obedecerla!" Respondió Albedo.

"Es como dice, si es una orden del ser supremo es natural cumplirla, ¿verdad, guardianes?" Dijo Demiurge mientras se acomodaba sus gafas.

"En efecto" Contestaron al unísono los demás guardianes.

Irene notó a simple vista la lealtad de sus subordinados, ellos estarían dispuestos a morir con tal de cumplir las palabras de su amo, por su parte, Irene aún no estaba segura si sería capaz de morir si Ainz lo deseara, por lo menos no ahora que se había cumplido su sueño.

"Como sabrán, hay una batalla a gran escala a unos metros de nuestra posición, nos dirigiremos a ese lugar y exterminaremos a aquellos que no juren lealtad a Nazarick."

"Lord Ainz, ¿Por qué no manda al golem gigante? Estoy segura que sería suficiente para matar a todos los que se encuentran en ese lugar o por lo menos a la gran mayoría, no es necesario que vaya." Interrogó Irene.

"¿Eh? Bueno... Sería sencillo darle esa orden a Gargantua, sin embargo, como amo de Nazarick tengo que estar presente, mostrarles un poco de mi poder para que sepan quien los gobernará ¿No lo crees? "

Ainz había improvisado esas líneas, sin embargo, había sido suficiente para tocar los corazones de los guardianes de piso y por un momento notó en los ojos de Irene mayor devoción hacia su persona.

"¡Escuchen guardianes y Irene! Así nos movilizaremos..."

******

Zeref estaba preocupado, Irene y August se estaban demorando, se suponía que sería una misión de exploración, nada difícil. El campo de batalla empezaba a notar la falta de esos dos Spriggan, el ejército de Álvarez empezaba a retroceder, como consecuencia, la moral de los magos de Fiore estaba por los cielos, una vez más tenían la esperanza de poder ganar. De los Spriggan en el campo de batalla, ya habían sido derrotados Larcade Dragneel y Neinhart, este último, al ser derrotado sus ilusiones de Wahl Icht, God Serena y Bradman habían desaparecido.

Por su parte, Natsu y compañía aún seguían peleando con Ajeel Raml y Dimaria Yesta, ambos Spriggan no lo aceptarían pero iban perdiendo, ya no podían lanzar ataques, ahora solo quedaba defenderse de los temible magos de Fairy Tail, se lamentaban no haberlos derrotado cuando tenían la ventaja.

Conforme pasaba el tiempo los magos de Fiore le demostraban al ejército de Álvarez que el poder de la amistad, de tener a alguien que proteger superaba sus deseos egoístas de obtener un poder absoluto. Todo demostraba que Fairy Tail obtendría la victoria o por lo menos eso tuvo que haber pasado si no fuera porque nuevamente la tierra empezó a temblar, provocando que todos lentamente dejaran de pelear.

Mientras se movía la tierra, se escuchaba un ruido metálico proveniente de la parte trasera de las "tropas" de Fiore. Algunos tenían la esperanza de que la reina sucesora Hisui E. Fiore había mandado refuerzos para apoyar la lucha contra Zeref, sin embargo, esas esperanzas fueron aplastadas por la realidad, sin duda era un ejército, pero no de humanos, estaba conformado por esqueletos, la gran mayoría tenía armadura de bronce y plata, solo unos pocos miles poseían armadura dorada de los cuales, unos cuantos poseían estandartes con un mismo emblema, a excepción de ellos todos tenían un gran escudo y espadas imbuidas en magia.

Su número no estaba claro, pero era lo suficientemente grande como para hacer temblar la tierra, detrás de ese masivo ejército, se encontraba un golem gigantesco que lograba poner los pelos de punta a quien lo observara. Todos se quedaron asombrados al ver tan monstruoso ejército, incluso Zeref estaba sorprendido de ver tantos cadáveres juntos, él había asesinado a muchas personas pero no podía infundir vida a miles de esqueletos.

Mientras se acercaba el ejército de Ainz, los magos de Fiore y las tropas de Álvarez retrocedian a tal punto que se habían mezclado, los Spriggan restantes se habían reunido con Zeref para protegerlo. Los esqueletos se detuvieron a unos cincuenta metros del ejército mezclado de Fiore y Álvarez, posteriormente el golem agarró una gigantesca roca que cortó con magia para darle un aspecto cuadrado que finalmente lanzó enfrente de los esqueletos, lamentablemente la lanzó tan cerca de las tropas enemigas que decenas de personas fueron aplastadas provocando charcos de sangres y vísceras, era una imagen horrible de ver.

Después de haber cumplido su orden, Gargantua se arrodilló a la espera de su amo, acto seguido los esqueletos con armadura de bronce se dirigieron a la roca y se arrodillaron, posicionando su escudo en su espalda logrando un balance perfecto. Otros esqueletos saltaban sobre los escudos, esta acción se repitió hasta formar una escalera hecha de no muertos. Los esqueletos que sostenían estandartes se dividieron en dos filas y subieron la escalera, dejando un camino que su amo usaría después. Aunque eran esqueletos parecía que mostraban esos estandartes con orgullo.

Después de un tiempo apareció Ainz con los guardianes de piso y Irene, quienes usaron el camino y escaleras que previamente habían hecho sus tropas. Al llegar a la cima Ainz creo un trono en el cual se sentó, Demiurge con victim en brazos, Albedo y Cocytus se posicionaron al lado derecho de su amo, mientras que Mare, Aura, Shalltear y Irene se posicionaron a la izquierda.

El cielo se torno grisáceo, el sol había desaparecido en instantes, parecía que estaba por llover, pero lo que descendió de las nubes no fue agua, fueron cuatro no muertos incorpóreos, lo que destacaba de esas formas es que tenían rostros de agonía alrededor de sus "cuerpos" , incluso se podían escuchar lamentos.

"Escuchen bien, sirvo de mensajero al ser supremo y él demanda silencio, cualquiera que hable será asesinado."

Y con esas simples palabras todos se quedaron completamente callados a la espera de las palabras de Ainz Ooal Gown.

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Notas de autor: En primer lugar gracias por los mensajes que piden que siga escribiendo este fanfic, en verdad me alegra saber que les agradó.

¡Me disculpo por los errores ortográficos del capitulo pasado! Al releerlo noté bastantes, no volverá a suceder.

Los siguientes capítulos tendrán más acción, sin más ¡Gracias por seguir leyendo!

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