II

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JOHN

-¿Cuánto tiempo esta vez? -me preguntó Helen, descompuesta mientras me observaba llenar la maleta.

-Unos días, amor. Tengo que hacer un par de cosas y seré tuyo. Para siempre -le dije, besándola-.

 Para siempre -le dije, besándola-

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Su sonrisa estallaba en mi pecho. Unas hermosas y pequeñas arrugas rodeaban sus ojos. Era la mujer más hermosa que había visto nunca, y eso que había visto a muchas.
Era sin duda el amor de mi vida.

Encontrar a Helen había sido un bálsamo para mí.

Después de una vida llena de asesinatos, el amor verdadero era lo menos que esperaba encontrar.

No me merecía tanto amor, pero lo tenía.

Y estaba dispuesto a hacer lo impensable por ella.

Me despedí de Helen con el corazón en un puño. Deseando que todo esto terminará bien para los dos.

Cuando llegué al Continental, sentí un pequeño vértigo, como si estuviera rozando con los dedos mi salida de ese mundo peligroso.

-¿Cómo se encuentra señor Wick?

-Bien -le dije a Caronte, el recepcionista.

-¿Que desea?

-Una habitación para dos noches -dije, a la vez que ponía sobre la mesa una moneda de oro como pago.

Como siempre, Caronte me dio la misma habitación, la 310.

-Que disfrute de su estancia, señor Wick.

Subí directo a la habitación y desempaqué mis pertenencias.

Mi cometido era reunirme con Viggo Tarasov para negociar mi salida. Sabía que sería duro, pero era lo que Helen merecía, ni más ni menos.

Cuando me había asegurado de que estaba todo en su sitio, bajé a por una copa al restaurante.

Allí, seguro que me encontraría con Winston, y podríamos charlar y despedirnos.

Mientras bajaba por las escaleras del restaurante, divisé que no había apenas casi nadie. Solo Winston, el director del hotel y un cliente en una de las mesas cobijadas en la oscuridad.

Me acerqué a él y me recibió con una sonrisa.

-Buenas noches, John.

-Buenas noches, Winston.

-¿Lo de siempre? - me preguntó, pues a esa hora ya no había ningún camarero y el se encontraba tras la barra.

-Si -le contesté-, parece que el Continental está un poco vacío estos días.

-Ya conoces las temporadas, John.

Asentí con la cabeza.

Por todos era sabido que en esta época del año, toda la masa de mercenarios se hallaban en Rusia, trabajando o aprendiendo.

Fortis Fortuna Adiuvat. Capítulo 1 [FANFIC John Wick]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora