O1/19/18
Jungkook, yacía acostado sobre el blando matre de la cama, enrollado entre las sábanas blancas y aquel sutil toque en su rostro por los rayos brillantes del sol que se colaban tras la ventana, habían logrado que se removiera en su lugar. De repente, un dolor repentino le llegó a la nuca recorriendo su cabeza. Sin embargo, no comprendía la razón de su agonía. Llevó la manos hasta su cien, intentando masajear para reducir el malestar. Aún con los ojos cerrados, palmeó a su alrededor en busca del móvil para pedir unas aspirinas al hotel.
Pero nada, no había nada. Estiró su brazo con el fin de llegar más lejos. Sus dedos detectaron una suavidad, parecida al de una tela. No obstante, se sentía tibio, como el calor corporal. Sus luceros se abrieron lentamente, parpadeando repetidas veces. Su rostro entró en pánico cuando divisó su mano sobre la pierna de su alumna, Haneul.
Un movimiento brusco y cayó contra el sólido suelo, golpeando su anatomía con fuerza, produciendo un estruendo que despertó a Min. Jeon, con prisa, se puso de pie, observando a la menor atemorizado. La castaña, bostezaba con cansancio y frotaba sus manos contra sus párpados cerrados.
— ¿Se puede saber qué haces en mi habitación? — Cuestionó el azabache en un intento de mostrarse sereno, indiferente. Haneul dejó escapar una risa sarcástica, irónica.
— ¿No crees que la pregunta sería otra? Más bien, ¿Qué hace usted en mi habitación? — Y fue cuando el Jungkook sereno se fue hacia otra dimensión. Dejando en libertad al Jungkook ansioso, preocupado. No recordaba nada y eso era lo peor de todo.
— ¿Qué pasó? — Titubeó, claramente las emociones le dominaban. Había amanecido con su estudiante y él tenía miedo de que sus hipótesis fueran acertadas.
— Veo que no recuerdas absolutamente nada del reguero que hiciste ayer. — Un suspiró pesado se escapó de sus labios, tenía la sensación de que había ocasionado muchos conflictos y Min tuvo que resolverlos por su culpa. — Siéntate, te voy a contar.
...
— Oh, hay vino. — Jungkook sacó una botella de cristal que se encontraba sobre la mesita de noche junto a unas copas. Sin pensarlo dos veces, la abrió sirviéndose un poco, comenzando a beber de ella sorbes diminutos. — ¿No quieres?
Haneul, lo observaba curiosa, entretenida y negando con la cabeza. No parecía disgustarle la compañía de su profesor, mas era inevitable pensar en las consecuencias que pasaría si los encontraban juntos en una misma habitación. Puede que no estuvieran haciendo algo indebido, pero las personas dejaban su imaginación volar y podrían prestarse a malinterpretaciones.
— Puedes tomar conmigo, anda. Después de todo, mi horario de maestro, se acabó. — Murmuró, extendiendo la otra copa. Min bebía muy poco, quizás en raras ocasiones lo hacía. Pensaba que estaría mal dejar al chico con el brazo alargado, después de todo se tomó hasta la molestia de servirle.
— Solo una, porque no bebo con frecuencia. — Respondió, levantándose a aceptar la bebida. Sus labios se posaron sobre el borde del vaso, y lo elevó minuciosamente, dejando caer el líquido sobre su paladar para degustarlo con delicadeza.
En cambio Jeon, llevaba casi el tercer round de alcohol. La castaña comenzó a preocuparse, mínimamente. No deseaba lidiar con los problemas que causaría si alguien entraba a su cuarto.
— Creo que debería dejar de tomar y regresar, debes estar cansado. — Añadió la ajena, intentando quitarle la botella, sin tener éxito. El mayor reía de manera divertida.
— Resisto muy bien, no te preocupes. — La tranquilizó, volviendo a servirse. Haneul hizo su esfuerzo en creele, mala idea.
Una, dos, tres, cuatro copas y ya se hallaba ebrio. Trataba de mantenerse en pie, le era imposible caminar recto sin dar alguna curva o que perdiera el balance. Todo le daba vueltas y sus labios sólo pronunciaban incoherencias. Min lo sostenía evitando que ocurría alguna desgracia, le decía que callara y se mantuviera sentado, aunque fue un caso perdido.
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The Arrow of Love; jjk
FanfictionTodos, absolutamente todos, tiene derecho a sentirse amados y a amar. No importa la forma en cómo se enamoren si no en la forma correcta de hacerlo. - Jungkook, ¿cómo te enamoraste? - Fue como un flechazo de amor.