CHAT [ ♡ ] 2WISH.

09

Plan mordió su labio inferior, moviendo inquieto de un lado a otro aquel lapiz en sus manos, totalmente nervioso y alterado.

Sólo faltaban dos minutos para que el timbre anunciara el recreo, poniendo al pequeño rubio cada vez más ansioso.

Y es que ¿Cómo no iba a estarlo? Sabía que a Mean no le agradaba mucho su insistencia y seguro le haría quedar en ridículo frente a Chao por haberle fastidiado tanto estos últimos días.

¡Por Dios! ¿Qué estaba haciendo con su vida? ¿Por qué tenía que denigrarse así por alguien?

El pequeño suspiró, llevando uno de sus deditos hasta su nariz para comprobar que la bandita que cubría estratégicamente aquel horrible monstruo aún seguía allí.

Y si algunos curiosos preguntaban por ella, diría que se había cortado o que le había rasguñado algún gato por ahí que obviamente no existía. O simplemente cualquier excusa que se escuchara creíble.

Después de todo, el único que sabía su secreto era Mean y él no se molestaría en delatarlo, o eso cree.

Sus nervios se dispararon cuando la campana finalmente dio inicio al receso, su pulso se aceleró a medida que los estudiantes salían apresurados del aula, sabiendo que él tenía que hacerlo también.

Tomó la tacita donde estaba su almuerzo en sus dos manos, la cual era amarilla y tenía stickers de pollitos que él mismo había colocado.

Emprendió decido su camino hasta la cafetería, con su respiración errática y su corazoncito retumbando contra su pecho.

El bullicio de la sala se escuchaba cada vez más cerca, como si estuviera esperandole sólo a él y eso le preocupaba.

Estaba exagerando muchísimo.

Cuando llegó finalmente a la cafetería,  buscó por todos lados al dueño de su corazón, al dueño de su llanto, al dueño de su ser, su chanchito, pero no pudo ni siquiera divisarlo.

Sus pies fueron moviéndose, al igual que sus ojitos, quienes buscaban sin descanso a Mean. Y pronto lo halló, pero solo, con su misma expresión arisca de siempre, la cual cambió a una sonrisa cuando se percató de su presencia.